El teniente alcalde de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, Emilio Aumente, está dispuesto a ordenar el tráfico urbano de bicicletas, para lo que estudia la elaboración de un reglamento específico o una ordenanza. La disparidad de normas que regulan el uso de las dos ruedas en ciudad y la ausencia en Córdoba de una normativa específica han hecho pensar a Aumente en la idoneidad de reglar este tráfico en la ciudad. "Hemos detectado cierto desconocimiento por parte de algunos ciclistas de lo que debe hacerse por ejemplo en zonas peatonales", explicó ayer el político socialista, para quien en el fondo se trata de "un problema de seguridad vial".

La carencia de un reglamento municipal para la movilidad ciclista y la movilidad peatonal se suple, en el caso de Córdoba, con la aplicación del reglamento de circulación. Según la normativa, los ciclistas deben circular por la calzada y por los carriles bici, si los hay, y no por las aceras, donde entorpecen el paso de los peatones y ponen en peligro su seguridad. Según un informe de la Cátedra Española de Seguridad Vial y Movilidad, entre las maniobras especialmente peligrosas de los usuarios de la bicicleta en Córdoba destaca la incorporación súbita a paso de peatones o la conducción por la calzada e incorporación súbita a la acera o al paso de peatones. La circulación en dirección prohibida o la conducción con auriculares y hablando con el móvil también son frecuentes maniobras peligrosas, junto con la falta de respeto a los semáforos en rojo.