El Ayuntamiento no tomará una decisión sobre el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) hasta abril. Así lo confirmó ayer el delegado de Presidencia, Emilio Aumente, que comparacerá en el Pleno el próximo mes a petición del PP para dar explicaciones sobre este proyecto, que está ahora estancado y en un callejón de difícil salida tras el preconcurso de acreedores de la adjudicataria, Ucop. Precisamente en abril cumplirá el plazo que tiene Ucop para alcanzar un acuerdo con sus acreedores. Mientras, el Ayuntamiento, que rechazó la semana pasada la resolución del contrato que pedía Ucop, sigue intentando llegar a un acuerdo con ella. Su idea es adjudicar a otra empresa lo que queda de obra, algo menos de la mitad, para que la termine.

Para hacerse una idea de cómo ha acabado la obra del centro de convenciones así basta echar un vistazo a la infinidad de informes elaborados durante los dos años transcurridos desde su inicio, en marzo del 2015. Entre ellos hay cinco documentos claves.

En primer lugar está el escrito dirigido por Ucop al Ayuntamiento en el que pide la resolución del contrato «por causas imputables» a la administración local, y por «imposibilidad de ejecutar el proyecto primitivo adjudicado» debido a la «necesidad de introducir modificaciones no previstas» en los pliegos de condiciones. Ese documento enumera «incidencias», «controversias» e «incumplimientos» por parte del Ayuntamiento, que llevan a la empresa a reclamar un millón por obras realizadas; al que suma otro millón por daños y perjuicios; y 468.457 euros por el beneficio industrial que ha dejado de percibir. Este informe dedica un apartado a la modificación de la estructura por «defectos y patologías» que implicaban «riesgos» que «comprometían la estabilidad y seguridad de la misma», lo que llevó a «una revisión completa y recálculo» que obligó a modificar 48 planos.

Dos informes fundamentales son los de la dirección facultativa, los autores del proyecto, los arquitectos Fernando Suárez y Javier Terrados, que desmontan las alegaciones de Ucop, asegurando que prácticamente todas las actuaciones estaban contempladas en el proyecto, excepto la ejecución de dos pilares en el sótano, «incidencia mínima» que no causó retraso, o los cambios a petición de la adjudicataria «para facilitar el trabajo», que no supusieron alteración del contrato. Los arquitectos niegan que haya habido defectos de cálculo en la estructura y califican de «incorrectos y alarmistas» los informes de Ucop, que planteaban soluciones más costosas. Los arquitectos revisaron los cálculos y «detectaron todo tipo de falsedades». Es más, dicen que la modificación de 48 planos responde a la necesaria adaptación de la estructura a la realidad existente, que supuso solo un aumento del 2,84% del presupuesto y no del 34,50% como pedía Ucop (496.791 euros).

Los arquitectos afirman que «desde el principio la obra se ha desarrollado con un ritmo muy inferior al ofertado por Ucop», sobre todo en la fase de cimentación y estructura, y aseguran que en julio del 2015 ya había un desfase de 41 días hábiles, que subió a 107 en marzo del 2016 (cuando la empresa pidió la modificación del proyecto), y a 199 en octubre. A su juicio, el retraso achacable a la tramitación del modificado fue de 92 días y en ese tiempo se certificaron trabajos por 1,5 millones. Añaden que hasta enero del 2017 la empresa acumulaba 89 partidas sin aprobar. Los arquitectos inciden en que «las causas que provocan la paralización de la obra son imputables a la empresa» y detectan «irregularidades como la drástica reducción de personal».

Claves son dos informes de la arquitecta de Urbanismo Carmen Chacón, que coincide con Suárez y Terrados al señalar que «los ritmos de la obra desde el inicio de la misma fueron por debajo de lo ofertado por la empresa». Chacón indica que «desde el comienzo» el contratista «ha intentado cambiar la estructura», lo que incidió en su retraso. Además, señala que Ucop ha intentado «reducir significativamente las calidades con el objeto de conseguir mejoras económicas». Chacón rechaza también los cambios que pretendía Ucop introducir en relación a las mejoras.