El Ayuntamiento mostró ayer su respaldo a la «diversidad social, sexual y afectiva» en la conmemoración del Día Mundial del Orgullo LGTBI a través de un acto en el que la alcaldesa, Isabel Ambrosio, leyó un manifiesto y en el que se procedió al izado de la bandera multicolor. Con la lectura del manifiesto elaborado por la coordinadora LGTBI, el Ayuntamiento asume que es «el momento de trabajar por la unidad entre los colectivos y grupos de personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) para alcanzar una igualdad real y efectiva ante las instituciones» y la sociedad, así como el de denunciar que «las personas siguen siendo criminalizadas, marginadas y avergonzadas por su sexo, orientación e identidad sexual». Por ello, reivindica un «orgullo integrador».

Los firmantes del texto leído por Ambrosio exigen «mayor diálogo» y «asistencia, apoyo y atención a personas LGTBI que sean víctimas de cualquier tipo de violencia». Además, proponen que en los callejeros se reconozca «a personas destacadas en el trabajo por el reconocimiento de derechos y libertades LGTBI». También reivindican que los ayuntamientos, la Diputación y la Junta «garanticen que los servicios públicos y sociales, los centros de enseñanza y de salud contemplen y traten a las personas transexuales según su sexo sentido, teniendo presente la singular complejidad de los menores transexuales», En el acto se guardó un minuto de silencio por las «víctimas de la ignorancia, los prejuicios y la violencia en todas las partes del mundo».