De los 158 parques infantiles que tiene Córdoba hay tres que actualmente se encuentran clausurados ya que no presentan las condiciones oportunas para que los más pequeños puedan jugar en ellos. Según expresa Amparo Pernichi, concejal delegada de Infraestructuras los parques más abandonados de la ciudad son los situados en el distrito sur y las barriadas periféricas. Para poner remedio a esta situación, el Ayuntamiento va a realizar una inversión total de 800.000 mil euros que se irán usando poco a poco.

El proyecto comenzó en el año 2016 con una partida de 100.000 euros destinada a la reparación de dos parques situados en la barriada de Villarrubia, uno en Grimau y otro en el Pasaje Estepona; ambos se vieron dañados por acciones de vandalismo. Durante 2017 se destinarán 200.000 euros, el doble que el año anterior. Este año ya ha sido reacondicionado el parque situado en la calle Historiador Dozy, al que seguirán el de Trasierra (en el que las obras empezarán cuando finalice su feria), el situado en la zona del Vial Norte a la altura de Gran Capitán, el que se encuentra en la avenida de Los Aguijones y así se continuará hasta completar un total de diez zonas, que en palabras de la delegada de Infraestructuras, «se irán anunciando conforme se activen los planes de acción sobre ellas».

El presupuesto restante se dividirá de forma equitativa durante los años 2018 y 2019, existiendo una cantidad de 250.000 euros disponibles para cada periodo de tiempo. Pernichi ha querido destacar que «la situación en la que se encuentran los parques infantiles de Córdoba es dramática, ya que durante el mandato del Consistorio anterior se destinó tres veces menos de la cantidad necesaria. Queremos establecer un modelo de ciudad que tenga en cuenta los derechos de los niños para jugar en la calle. Córdoba es una ciudad puntera por contar con 2,7 parques por barrio».

Finalmente, la delegada ha realizado una llamada al civismo pidiendo a los ciudadanos que cuiden los espacios públicos de los que disponen porque esta actitud influirá de forma positiva en el mantenimiento de estas zonas, haciendo que su desgaste sea menor y, por tanto, también la inversión.