El gobierno local de PSOE e IU en el Ayuntamiento de Córdoba aclaró ayer que en estos momentos «no existe previsión de incumplir la regla de gasto» para este ejercicio, según confirman fuentes municipales, después de que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) crea que el Consistorio estará entre los que no cumplirán dicha regla de gasto. Al respecto, dicha entidad ha publicado en su página web el Informe sobre proyectos y líneas fundamentales de los presupuestos de las administraciones públicas 2017: corporaciones locales, en el que alerta del temor al «efecto contagio» de otras grandes ciudades. En dicho informe, la Airef apunta que «el Ayuntamiento prevé incumplir la regla de gasto en el 2016», a lo que añade que «en el 2015 el cumplimiento fue muy ajustado como consecuencia de una disminución normativa que aprobó y que tiene también trascendencia en el cumplimiento del 2016».
No obstante, considera «muy probable» que cumpla con el objetivo de estabilidad en el 2016 y el 2017 y recuerda que el Ayuntamiento elaboró un plan para la refinanciación de una operación de endeudamiento, que fija un compromiso de superávit para el 2016 que prevé cumplir «sobradamente», llegando a una cifra similar al que tuvo en el año 2015. Asimismo, señala que la reducción estimada por el Consistorio del superávit entre el 2016 y el 2017, de un 65%, es consecuencia de un incremento de los gastos corrientes de un 8% y de los gastos de capital de un 16%; mientras que los ingresos disminuyen un 4%, fundamentalmente por la disminución del 17% de las tasas y precios públicos, que estima en valores del 2015 -los más bajos de los últimos siete años al haber aprobado modificaciones normativas a la baja--.
Igualmente, indica que el Ayuntamiento prevé alcanzar una ratio de deuda sobre ingresos corrientes consolidados del 74% en el 2017, algo que supondría «una reducción de 33 puntos porcentuales desde el año 2010», según explica la Arief en el informe. La Airef cree que el Ayuntamiento de Córdoba estaría, junto con los de Madrid y Barcelona, entre los que no cumplirán la regla de gasto en el 2017.
