A principios del 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comprobó que el glifosato, un herbicida de uso común para acabar con las malas hierbas, era probablemente cancerígeno. El Ayuntamiento de Córdoba aprobó en febrero una moción en el Pleno, a instancia de Ecologistas en Acción, en la que se comprometió a trabajar en la reducción del uso de glifosatos. Gracias a esta proposición se ha disminuido ya un 33% este pesticida en apenas un año. En concreto se ha pasado de emplear 895 litros de glifosato en 2015 a 593 litros en 2016. La concejala de Medio Ambiente, Amparo Pernichi, afirma que el compromiso es seguir trabajando en la reducción de este peligroso herbicida, que se usa tanto en terrizos como en alcorques, entre un 5 y un 10% y se eliminará completamente en la Asomadilla, Colón y la zona detrás del Hipercor. Además el Ayuntamiento trabaja en la implantación de medidas alternativas como la eliminación manual de las malas hierbas o el uso de herbicidas ecológicos, aunque el mal olor de estos últimos los hacen poco operativos en la ciudad. También se quiere hacer un proyecto con la UCO para estudiar herbicidas alternativos.