Las agresiones a profesionales que trabajan en la sanidad pública cordobesa se han incrementado en lo que va de año más de un 60% con respecto al primer cuatrimestre del pasado año, según denunció ayer el secretario provincial del sindicato profesional de enfermería Satse, Manuel Cascos. Cascos, que participó en una concentración organizada por su sindicato para rechazar el último atentado sufrido por un enfermero, apuntó que este incremento de la violencia es "inaceptable y desconocemos el motivo, pero deberíamos sentarnos Administración y sindicatos para analizar la situación".

El pasado año el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contabilizó 83 agresiones padecidas por trabajadores de este sector, lo que refleja una media de unas 21 agresiones por cuatrimestre. "Si se comparan los 21 actos violentos contra sanitarios registrados en el primer cuatrimestre del 2010 con los 35 producidos en los cuatro meses que van del 2011 se detecta un aumento de más del 60% de la agresividad", criticó el secretario de Satse.

De las 35 agresiones ocurridas este año, 14 fueron físicas y 21 verbales. El último de estos episodios se produjo el pasado 19 de abril. Un hombre pegó a un enfermero que trabajaba en el dispositivo de cuidados críticos y urgencias (DCCU) de avenida de América, mientras que la médica y el conductor de la ambulancia fueron agredidos verbalmente, añadió Satse. Tanto la médica como el enfermero, que habían acudido a una atención domiciliaria, presentaron la correspondiente denuncia por estos hechos.

A la concentración de ayer se sumaron profesionales de las dependencias de Avenida de América, así como otros que trabajan en el DCCU del Sector Sur.

APOYOS También mostraron su condena a cualquier tipo de acto violento el secretario del Sindicato Médico, José Luis Navas, y el director del Distrito Córdoba, Luciano Barrios. Cascos destacó que los enfermeros son víctimas de la mitad de las agresiones que sufren los profesionales de la salud y añadió que el 25% de los atentados contra trabajadores se producen en el ámbito sanitario. Dijo que "podemos entender que existan personas molestas con el sistema sanitario público, al entender que no se les proporciona la atención que creen merecer", pero precisó que "la violencia no soluciona nada y existen medios para que los ciudadanos muestren sus discrepancias por las listas de espera u otros fallos del sistema".