Los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil han realizado del 22 al 28 de agosto 8.365 controles de velocidad a vehículos en la provincia de Córdoba y han denunciado a 424, el 5% del total, según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico. Esta cifra supone un aumento de dos décimas del porcentaje de infracciones respecto de la campaña que se desarrolló el mes de abril pasado, en la que se alcanzó una tasa infractora del 4.8%. Además, en esta ocasión se ha detectado un aumento de la velocidad media de los vehículos en las carreteras cordobesas.

Desglosando los datos por tipo de vía, en las carreteras convencionales se han controlado 5.202 vehículos, de los que han sido denunciados 284. El resto, 3.163, lo han sido en autovía, con un total de 140 denuncias.

Por otro lado, la campaña ha permitido conocer que la velocidad media alcanzada en los diferentes puntos de medición situaba al total de los vehículos controlados en carretera convencional en torno a los 77,2 km/h y a los infractores en 100,5 km/h. En autovía las velocidades medias alcanzadas eran de 113,6 km/h para todos los vehículos controlados y de 124 km/h para los infractores.

Según Tráfico, hay que tener en cuenta que en la campaña del año pasado la velocidad media total de los vehículos controlados en carretera convencional estuvo en torno a los 75 km/h y la de los infractores en 102 km/h. En autovía las velocidades medias alcanzadas fueron de 95 km/h para todos los vehículos controlados y de 118 km/h para los infractores.

Ninguno de los conductores infractores en esta ocasión superaban en 80 km/h los límites establecidos. Este es el exceso previsto en la normativa penal para que la infracción sea considerada delito cuando se circula en autovía.

Esta campaña, realizada la semana pasada, forma parte de la programación anual de campañas planificada desde la Dirección General de Tráfico con el objetivo de conseguir una mayor reducción de la velocidad media. Se trata de concienciar a los conductores de la estrecha relación entre velocidad inadecuada y siniestralidad. Y es que en el 22% de los accidentes mortales en vías interurbanas se aprecia el exceso de velocidad como factor concurrente, por lo que llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de las muertes en accidente de tráfico.