Finales de enero podría ser la fecha del inicio de la remodelación escalonada de las ocho líneas de Aucorsa que cambiarán su recorrido con el objetivo de dar cobertura a nuevos barrios y aumentar así el número de viajeros e ingresos, unas modificaciones que fueron anunciadas el pasado mes de octubre y que llegarán después de cuatro años desde la última reorganización del servicio. Así, la remodelación definitiva de las rutas previstas culminaría en el mes de mayo, según señala el gerente de la empresa municipal Aucorsa, Juan Antonio Cebrián, que asegura que se trata de un proceso «complejo», en el que también intervienen empresas externas «cuyos plazos no podemos controlar». En las ocho líneas que serán objeto de cambios «hay que llevar a cabo una serie de actuaciones en la planimetría, marcando los nuevos itinerarios, y, en algunos casos, habría que cambiar la propia parada o modificar las marquesinas y postes que la indican», continúa Cebrián, que explica que «cada línea sufrirá un proceso con distintos ritmos, dependiendo de sus propias circunstancias». El gerente añade que hay una parte de este trabajo que corresponde a la empresa JC Decaux, que es la que gestiona toda la publicidad de los mupis que hay en la ciudad, y «tenemos que estar pendiente de su disponibilidad».

Nuevas rutas por toda la ciudad

Por otro lado, en algunos casos hay que realizar obras de infraestructuras para crear nuevas paradas y hay zonas donde al final de la línea hay que cambiar el servicio que utilizan los conductores, al que hay que dotar tanto de suministro de agua como de energía eléctrica. Por último, también hay que situar en soportes informáticos los nuevos recorridos. «Estamos trabajando desde que el consejo de administración aprobó estos cambios, pero, al marcar el rumbo de las actuaciones, hay cosas que dependen de terceros, y unas van rápidas y otras más lentas», reconoce Cebrián, que explica que recientemente se reunió el responsable de Trafico con el vicerrector de Estudiantes para analizar las actuaciones que hay que llevar a cabo en el campus de Rabanales con el objeto de adecuar el nuevo recorrido que pasará por Rabanales 21 y que se incorporará al campus por la zona donde está el ferrocarril, donde hay que crear paradas nuevas, para lo que se necesitara talar algunos árboles, por ejemplo. Una de las modificaciones «menos complicadas» sería el cambio de la ruta 7, que dejaría de entrar en Costa Sol y cambiaria su recorrido por Medina Azahara y Gran Vía Parque, «aunque también hay que ajustarla», lo que sucede con la línea 9, que se aproximará al centro de salud Castilla del Pino desde el Parque Figueroa.

Aunque es un poco «pematuro», Cebrián señala que algunos de estos cambios se harían realidad a finales de enero, después de realizar una campaña informativa escalonada, asegurando que «aunque no se note, se está trabajando para finalizar el proceso lo antes posible, sin olvidar que hay que atender el día a día».