La presidenta de la empresa municipal de autobuses de Córdoba (Aucorsa), María José Moros, y el gerente, Juan Luis Cebrián, se comprometieron ayer con los trabajadores municipales a plantear el viernes a la Junta de gobierno local el problema de la seguridad en los autobuses municipales y el malestar de la plantilla por los últimos incidentes violentos ocurridos en Las Palmeras. "Nos hemos comprometido a trasladar al equipo de gobierno la situación con todo lujo de detalle, para que, en la medida de lo posible, se adopten las medidas más oportunas", explicó ayer el gerente al término de una reunión con el comité de empresa, que se prolongó durante más de cuatro horas. "Aucorsa no tiene una varita mágica para solucionar este problema y acabamos de sortear la disolución de la empresa", insistió recordando que ha sido necesaria una inyección de 1,5 millones de euros por parte del Ayuntamiento y garantizando que el servicio público se seguirá prestando a esta barriada cordobesa.

Entre las medidas para reforzar la seguridad de Aucorsa que se barajan, el gerente mencionó principalmente dos: la colocación de mamparas en la línea 8 y la activación de un protocolo para situaciones de riesgo, que se consensuaría con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad --ya se está trabajando con Policía Nacional y Policía Local-- y se pondría en marcha "solo en casos puntuales". Los trabajadores, por su parte, siguen reclamando la recuperación de los guardias de seguridad en las líneas conflictivas, que fueron eliminados en el mandato popular por motivos económicos, y la instalación de cámaras.

LA ASAMBLEA Tras la reunión con la empresa, la asamblea de trabajadores --que se reunió a las 19 y a las 24 horas-- aprobó decidir el miércoles 13 de abril en referéndum si entran o no a las Palmeras, una vez que se conozca la decisión del equipo de gobierno y se sepa si se implantarán las medidas solicitadas. Manuel Torres, secretario de Acción Sindical de CCOO, explicó que el problema es "de seguridad laboral y no ciudadana" e incidió en que "la idea no es dejar de ir a Las Palmeras, sino que los trabajadores puedan desempeñar su trabajo con seguridad". En caso de que el Gobierno local decidiera no dar ningún paso, la asamblea estaría dispuesta a adoptar "cualquier tipo de actuación" para reivindicar lo que creen legítimo, anunció Torres.

De forma paralela, la empresa continúa trabajando en la vertiente social de este asunto. Anoche, de hecho, se celebró la tercera reunión con colectivos vecinales de Las Palmeras para abordar la situación. El gerente de Aucorsa considera que esta es la vía más eficaz, en tanto los vecinos son los primeros afectados por la violencia. "Nuestra intención es involucrar al máximo número de colectivos para tratar de que no se produzcan los apedreamientos. En cierto modo, los que tiran las piedras lo hacen contra ellos mismos: sus padres, sus vecinos o sus compañeros del colegio", afirmó.

Colectivos ciudadanos como la asociación vecinal San Antonio María Claret, la asociación de mujeres Palmeras Nuevo Convivir, la de mayores Nos Queda la Palabra o el grupo de Cáritas Parroquial, por su parte, han vuelto a reivindicar que se siga prestando con normalidad el servicio de autobús, ya que su suspensión "perjudicaría a la gente honrada y trabajadora". También reclaman mayor seguridad y presencia policial.