La asociación Dejadnos llorar, encabezada por el empresario Antonio Deza, ha presentado esta mañana el colectivo que encabeza de familiares de víctimas del franquismo en Córdoba, que pretende reivindicar la memoria y los derechos de unas 4.000 personas que fueron asesinadas en la capital y cuyos restos se encuentran en fosas comunes de los cementerios de La Salud y San Rafael.

La asociación ha explicado que entre sus primeras iniciativas figuran dirigirse a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, para que promueva para el 14 de junio, día anual de memoria y homenaje a las víctimas del golpe militar, un reconocimiento institucional a estas víctimas y a sus familiares, después de 80 años en los que "no se ha cerrado esa gran herida", ha dicho Deza.

Además ha informado también de que el 3 de marzo, nada más constituirse como asociación, Dejadme llorar ejerció el derecho de petición ante el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía, en el que solicita formalmente la exhumación de las víctimas en los dos cementerios de la ciudad. El abogado Eduardo Ranz ha explicado que, transcurridos 3 meses, si no hubiera respuesta de las instituciones, se puede presentar un recurso contencioso administrativo ante los tribunales. Esta fórmula, empleada por Eduardo Ranz en nombre de familiares de víctimas del Valle de los Caídos, ha logrado que un juez declare conforme a derecho y ordene la exhumación de dos víctimas del franquismo por primera vez en la historia.

Además de las familias víctimas, a la iniciativa se han sumado el abogado Eduardo Ranz; el historiador Francisco Moreno Gómez, elegido presidente de honor de la Asociación; los ex alcaldes de Córdoba, Herminio Trigo y Manuel Pérez; Rafael Blázquez, actual concejal del Ayuntamiento; el profesor Antonio Manuel Rodríguez; los historiadores, Arcángel Bedmar y Manuel García Parody; el ex concejal de Córdoba, Miguel Galadí; y Jordi Gordon, director del documental.

Deza, que perdió a su padre y un tío y a varios familiares más en la represión, ha manifestado que son una asociación independiente y que espera que toda la sociedad cordobesa, sin distinción de bandos, los apoye y reconozca la defensa de los derechos humanos que propugnan.