El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, lamentó ayer la decisión del Gobierno central de subir el impuesto del diésel porque «repercutirá directamente en la presión fiscal de los agricultores y en la pérdida de competitividad del sector agrario», según una nota de prensa de la organización agraria. Además, afirmó que esta propuesta asestará «un gravísimo golpe a las explotaciones agrícolas, ganaderas, forestales y cinegéticas», que dependen del gasóleo para su actividad, pues incrementará los costes directos de producción al ser este combustible básico para la maquinaria agrícola, sumando los gastos indirectos como consecuencia de la subida del coste del transporte, haciendo más difícil a las explotaciones españolas mantener su rentabilidad frente a las explotaciones de otros países con menores costes de producción.

El Gobierno central prevé recaudar solo por esta vía 2.100 millones de euros más al año, ante lo que el presidente subrayó que en el campo «ya tenemos bastante con los gastos y tributos que pagamos» teniendo en cuenta que el carburante para la labor del agricultor resulta imprescindible para el funcionamiento de la maquinaria agrícola.