UGT y CCOO exigieron ayer de nuevo al gobierno local que desista en su intención de modificar el PGOU para impedir la valorización de residuos en el casco urbano. La presencia de los secretarios provinciales de ambos sindicatos en el Pleno, Vicente Palomares y Marina Borrego, subrayó no solo la importancia de la sesión y el avance en el proceso de la innovación --ahora es la Junta de Andalucía quien debe emitir un informe preceptivo y vinculante--, sino la postura granítica de las centrales sindicales respecto a este controvertido asunto. La aprobación del documento sobre el impacto en la salud de la valorización fue aprobado por el PSOE (que solo expresó sus dudas en declaraciones a la prensa posteriores al Pleno), IU y Ganemos; mientras que PP y Ciudadanos votaron en contra, y Unión Cordobesa se abstuvo. Al Pleno también acudieron parte de la plantilla de Cosmos y representantes de la Plataforma Aire Limpio, que defiende la modificación.

En el turno de intervenciones, tanto Vicente Palomares como Marina Borrego arreciaron sus críticas al gobierno local. «UGT siempre estará al lado de la clase trabajadora y si hiciera falta mostrará su cara más beligerante», afirmó Palomares, mientras que Borrego, por su parte, valoró como «un brindis al sol» la propuesta de Urbanismo de trasladar la fábrica a la Campiña, afeó a Pedro García que aún no se lo haya comunicado a la empresa, y apeló a PSOE e IU a tener «un ejercicio de responsabilidad y de cordura» para no seguir adelante. «Las empresas no son oenegés», advirtió la sindicalista.

Ésta era la segunda vez que se llevaba a Pleno este documento, ya que en la sesión de la semana pasada el equipo de gobierno no contó con quórum para aprobarlo y se vio obligado a retirarlo del orden del día. La presencia de trabajadores así como de representantes de Aire Limpio no impidió que la sesión se desarrollara con total normalidad y orden.

En el Pleno, Pedro García reiteró los argumentos a favor de llevar fuera del casco la incineración y repitió que «en ningún caso se impide que la empresa deje de realizar su actividad económica: la fabricación de cemento. La disyuntiva está en la valorización, no decimos que no se haga sino dónde debe hacerse para que tenga menos impacto para la salud». En una intervención posterior, García se refirió al caso de la cementera de Alcalá de Guadaira (Sevilla), donde gobierna el PSOE y se está tratando de hacer lo mismo que en Córdoba. Por su parte, Salvador Fuentes (PP) afirmó que ayer se aprobó «una gran coartada para cerrar Cosmos», al tiempo que tachó de «chapuza» el informe sobre el impacto a la salud que ahora se eleva a la Junta, algo que también criticó Ganemos. Además, Fuentes defendió que esto es un debate sobre medio ambiente y no sobre urbanismo, y acusó al gobierno local de poner por encima «intereses partidistas» en lugar de defender el empleo «de 250 familias». José Luis Vilches, de C’s, negó que la valorización cause efectos negativos sobre la salud, mientras que Rafael Serrano, de Ucor, defendió su abstención diciendo que «este proceso no respeta a todas las partes implicadas».