Han pasado solo dos años desde que Francisco Javier Soria Toledo muriese en Líbano por el impacto de un proyectil israelí, mientras cumplía su misión con Naciones Unidas en una pequeña posición de observación en Ghadjar. Su familia no le olvida. Sus amigos no le olvidan. En su unidad en Cerro Muriano y en Líbano, hoy tendrá su homenaje. En la posición 4-28 se entonará una vez más La muerte no es el final.

-General, hay recuerdos como la muerte del cabo primero Soria, que marcan los días de forma especial, sobre todo en Líbano.

-Muchos componentes del contingente desplegado ahora tuvieron la oportunidad de trabajar con él y compartir su entrega y dedicación así como disfrutar de su compañerismo y amistad. Su memoria se mantiene entre todos nosotros, ha sido y es un ejemplo.

-Dos años después, ¿en qué notan allí su presencia? Aparte de los compañeros, ¿qué les dicen los libaneses a la vuelta de las tropas cordobesas?

-Era un excelente profesional que llevó el cumplimiento de su deber hasta el máximo sacrificio, la entrega de su vida, por eso constituye un referente para todos. La población libanesa mantiene una magnífica relación con las tropas españolas y especialmente con el contingente cordobés. Debemos tener en cuenta que la Brigada Guzmán el Bueno despliega en Líbano por quinta vez y aproximadamente la mitad del personal lo ha hecho antes. De esta forma la relación con la población civil y sus instituciones mantiene una cierta continuidad que permite llegar a crear lazos de convivencia y afectividad que facilitan la misión.

-Con la perspectiva que da el tiempo, y ante un suceso de la gravedad de lo que ocurrió aquella mañana del 28 de enero, ¿qué supuso la muerte de Soria para la misión y las relaciones con los actores principales en la zona?

-El triste fallecimiento de uno de los nuestros es un hecho difícil de encajar. Él nos recuerda el sentido del total compromiso en el cumplimiento del deber, como también lo hicieron todos aquellos que de una forma u otra nos dejaron en estas tierras libanesas. Las actividades que llevamos a cabo se mantienen igual. Seguimos con las tareas de vigilancia, monitorización, patrullas y observatorios además de mantener la línea de cooperación con las Fuerzas Armadas libanesas.

-¿Se ha mencionado desde entonces el incidente en alguna de las reuniones, si es que las ha habido y ustedes han participado, con las autoridades israelíes?

-La zona de actuación del contingente español, dentro del Sector Este de Unifil discurre al norte de la línea de separación, la Blue Line, en territorio libanés. Las relaciones con autoridades y población se desarrollan en el ámbito local de nuestra zona de responsabilidad y no se mantiene contacto con la otra parte en conflicto, Israel. Además, periódicamente el jefe de Unifil se reúne con autoridades militares de los dos países para tratar y coordinar asuntos comunes, reuniones en las que hasta el momento no hemos participado.

-La población libanesa siempre se mostró cercana a la familia de Soria y a las tropas españolas tras su muerte, ¿han recibido alguna respuesta similar israelí al margen de disculpas oficiales?

-Como se ha mencionado anteriormente nuestras relaciones se llevan a cabo en el ámbito local libanés, donde se pone de manifiesto el sentir y el pésame. En su momento, todas las partes mostraron sinceras condolencias y la solidaridad y reconocimiento al trabajo realizado por las tropas españolas en la zona así como a la importancia de la misión. Después del fatal acontecimiento se llevó a cabo una investigación que desveló por la parte israelí una cadena de errores que se comprometieron a subsanar. De esta manera se contribuirá a que las fuerzas de Unifil no se vean afectadas por un conflicto en el que actúan como componentes y facilitadores de la paz. Los distintos actores de este escenario son conscientes de que los cascos azules están aquí para colaborar a mantener la calma y la estabilidad.

-Con su dilatada experiencia en la misión, ya ha estado antes en dos ocasiones, ¿qué diferencias o qué mejoras ha percibido en Líbano en los últimos años?

-Esta es la quinta vez que despliega personal de Córdoba, por lo que muchos repiten misión. Tras el conflicto del 2006 el país estaba en una situación crítica, los daños afectaban a la infraestructura básica, con población temerosa y desplazada, con una difícil acción de gobierno en la zona donde el daño material y moral era patente. Han pasado 10 años y la situación ahora es muy diferente. Se puede apreciar una gran mejora en la infraestructura, se ven campos cultivados, actividad comercial, la industria empieza a despegar, ahora el país cuenta con gobierno y se aprecia alegría y confianza entre la población. Eso es una señal de que la situación se va estabilizando y el sur del Líbano va dinamizándose.

-¿Qué relación mantiene con las autoridades locales? ¿Conoce a los líderes políticos y religiosos? ¿Qué peculiaridades tiene el trato dependiendo de la zona y su religión o tendencia política o ideológica?

-Las relaciones son excelentes y se desarrollan en un ambiente de aceptación y cordialidad. A mi llegada inicié los contactos transmitiéndoles nuestra total disposición a colaborar con ellos y sobre todo nuestro más absoluto respeto a sus normas, usos y costumbres. En este país conviven 18 religiones diferentes y esta diversidad se aprecia en nuestra zona de operaciones. Nuestra imparcialidad y consideración hacia todas las comunidades ha sido la garantía para la aceptación. Los contingentes anteriores han sabido ganarse el aprecio.

-Según pude apreciar (incluso escuchar las detonaciones al otro lado del Golán) en mi estancia allí en 2015, Damasco, la capital Siria, se encuentra a menos de 100 kilómetros de alguna de las posiciones bajo su mando. ¿Cree que puede tener alguna influencia la crisis siria en la misión de Naciones Unidas en Líbano?

-La crisis en Siria ha provocado que se incremente el número de refugiados en Líbano que supera el millón, de los cuales casi 18.000 están en nuestro sector. Esta situación por el momento no afecta a la misión de Unifil ya que la situación de los refugiados sirios es una responsabilidad del Gobierno de Líbano con la ayuda de agencias humanitarias. Por otro lado, esta crisis también ha condicionado el despliegue de las Fuerzas Armadas libanesas que vuelcan su esfuerzo en la parte noreste del país para controlar y evitar la entrada de elementos armados y posibles células terroristas. En nuestra zona, por ahora la situación es de tranquilidad y nuestra actuación se centra en el cumplimiento de la misión.

-Realizarán este año también la campaña de asistencia veterinaria en cooperación con la Universidad de Córdoba.

-Se trata de un exitoso programa que fue precisamente puesto en marcha por primera vez en 2009 por el contingente de la Brigada X y que ha continuado. Ha tenido unos excelentes resultados que dieron origen a la firma de un convenio entre Defensa y la Conferencia de Decanos de Facultades de Veterinaria para darle permanencia. En nuestro caso, un equipo de veterinarios españoles (de las Facultades de Veterinaria de Córdoba, Murcia y CEU Valencia) se desplazará a Marjayún durante aproximadamente dos semanas al objeto de proporcionar asesoramiento y asistencia veterinaria a los ganaderos de la zona. Es de resaltar el papel que desarrolla en este ámbito alguien conocido en Córdoba y que en este momento está aquí prestando sus servicios como alférez reservista, Librado Carrasco, exdecano de la Facultad de Veterinaria, uno de los artífices e impulsores del proyecto.