Un autobús que cubría el trayecto Córdoba-Pozoblanco y en el que viajaban 18 pasajeros, además del conductor, ardió ayer en la N-432, a la altura de Cerro Muriano, sin que se produjeran heridos al poder los usuarios abandonar el vehículo antes de que quedara completamente calcinado, informaron fuentes del Servicio de Emergencias 112. Aunque las causas exactas del siniestro se desconocen, desde el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil se apuntó a una avería, mientras que algunos pasajeros señalaron que las llamas comenzaron a salir del motor.

El suceso ocurrió a las 13.30 horas en el kilómetro 257 y hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Guardia Civil y bomberos que sofocaron el fuego. Durante estas tareas y la de retirada del autobús por una grúa, la carretera registró retenciones y se desvió el tráfico por el antiguo trazado de la N-432. De su lado, los pasajeros, que permanecieron una hora y media en la carretera, fueron recogidos por otro autobús a las 15.00 horas, pudiendo seguir su viaje hacia Pozoblanco.

Según relató una de las pasajeras, Antonia Montilla, "de repente, mientras íbamos en marcha, los pasajeros que iban en los últimos asientos comenzaron a agolparse delante porque había llamas y humo en la parte trasera". De inmediato, el conductor paró, pero se vivieron escenas de "pánico, ansiedad y de niños llorando" porque "la puerta no se abría". Tras unos momentos de incertidumbre, se produjo la apertura y los pasajeros pudieron abandonar el vehículo, que ardió "muy rápido". "Hemos perdido todo lo que llevábamos, algunos incluso maletas enteras, pero --concluyó-- hemos tenido suerte y hemos salvado la vida". El autobús, según los usuarios, pertenecía a Auto Transportes Ureña, de la empresa Linesur, con quien este periódico intentó ponerse en contacto sin éxito.