Cuando los muebles del Registro Civil aún estaban entrando al almacén, desde donde se distribuyen a su ubicación definitiva, ya se empezaban a oír las primeras quejas de sus futuros ocupantes. 50.000 metros podrían no ser suficientes. «Si en Doce de Octubre estábamos estrechos, aquí no sé cómo nos vamos a apañar». Y es que, según comentaban, los arquitectos de la Ciudad de la Justicia no habrían tenido en cuenta los usos que conllevan las distintas dependencias. «Aquí hay muy poco espacio para trabajar en condiciones unos de cara al público y otros en el papeleo, somos once funcionarios y vamos a estar todos juntos y a la vista, sin intimidad para tratar asuntos muy delicados que pasan por nuestras manos a diario», se quejaban entre ellos, «desde matrimonios a temas de adopciones o fallecimientos». Los más precavidos temen que el traslado afecte al ritmo de trabajo habitual en un área como el Registro Civil, donde la actividad diaria es frenética. «Habrá que acomodarse, pero por lo que hemos visto, en nuestra zona habrá mucho ruido y poca privacidad», comentaron dos funcionarios del Registro Civil.

No todo fueron quejas. «Lo que sí han hecho muy bien es la nueva sala de bodas, mucho mejor que la de Doce de Octubre», adelantaron, «los que se casen aquí sí van a salir ganando porque la sala es mucho más bonita».

Pese a que el edificio se estrena, no todo será nuevo. De hecho, se está intentando reciclar todo lo posible. «El 100% del mobiliario y material de Gran Vía Parque y Periodista Quesada Chacón se ha reutilizado», explicó el coordinador de la mudanza, «tenemos que amueblar 50.000 metros...».