La alcaldesa, Isabel Ambrosio, pidió ayer a los 23 miembros que forman parte del nuevo Consejo Social de Córdoba que "tengan altura de miras para velar por los intereses generales de la ciudad por encima de los intereses que ellos representan dentro de la organización". La regidora hizo esta manifestación antes de constituirse el nuevo órgano consultivo de la ciudad, que por unanimidad eligió como presidenta a la directora del Museo Arqueológico, Dolores Baena Alcántara, que en su intervención ante el pleno del consejo reclamó a los consejeros que formen un equipo cohesionado para facilitar el diálogo y la unanimidad en las decisiones, como hasta ahora ha sucedido bajo la presidencia de Antonio de la Cruz, que ayer cesó como presidente del Consejo Social, puesto que ha ocupado casi 10 años. Baena añadió que afronta el nombramiento "con mucha ilusión", después de que viene de "una familia donde siempre ha habido una participación en el movimiento ciudadano".

El pleno del Consejo Social se ha renovado un 35%. Repiten 15 miembros y ocho son nuevos. Está formado por Dolores Baena, Claudia Zafra y Antonia Parrado en representación del Ayuntamiento de Córdoba; por CCOO, Rafael Rodríguez, Evangelina Cabanillas y Miguel Navazo; por UGT, Isabel Araque, Pedro Muñoz y Eugenia Urbano; por CECO, Luis Carreto, Antonio Díaz, Joaquín Gisbert, Antonio Alvarez, Francisco Carmona y José Manuel Rodríguez. Por la Federación de Vecinos Al-Zahara están José Rojas, Blanca Toscano, Juan Andrés de Gracia y Carlos Ordóñez; por las organizaciones empresariales, Daniel Ojeda, del Colegio de Graduados Sociales, y Sol Capdevila, del Colegio de Procuradores; por la Universidad de Córdoba, Lorenzo Salas, y por Faecta, David Comet.

Para vicepresidentes fueron designados Navazo (CCOO), Muñoz (UGT), Antonio Díaz (CECO) Rojas (AAVV) y Marisol Capdevila (procuradores).