La alcaldesa, Isabel Ambrosio, no descarta congelar el próximo año el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza urbana después de que el Ayuntamiento de Córdoba haya aceptado los 15 millones de euros de fondos europeos para llevar a cabo de aquí al 2022 la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi), en la que la institución local aportará 3,7 millones que le corresponden. El plan tiene cuatro ejes, con 19 objetivos y 39 líneas de actuación, entre las que hay propuestas de rehabilitación y de peatonalización, que, junto al resto, persiguen una «ciudad moderna, inteligente, sostenible, amable, dinámica, competitiva e integradora», según el dossier elaborado por Córdoba para lograr los fondos y que ha enviado al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Este ingreso extraordinario que recibirá el Consistorio hará que el gobierno municipal se replantee la idea inicial de subir el IBI un 3%. Según la alcaldesa, el equipo de gobierno aprobó un anteproyecto de revisión de impuestos y tasas para el 2017 cuando no se contemplaba disponer de este ingreso extra. Pero la situación ha cambiado una vez conocido el importe millonario que van ingresar las arcas municipales. Ante el nuevo escenario, para Ambrosio «lo aconsejable y lo razonable es sentarse a hablar» con el grupo Ganemos Córdoba, «con el que tenemos un acuerdo de gobernabilidad para abordar las cuestiones que ha planteado sobre las ordenanzas y que ahora estamos en condiciones de hacerlo». Primero será con Ganemos, pero la primera edil no renuncia a hablar con otras fuerzas políticas.

Este cambio de posición del gobierno municipal respecto a no subir el IBI el próximo año facilitará la aprobación de las ordenanzas fiscales. Ganemos valoró positivamente el replanteamiento sobre la subida generalizada del 3% del IBI. «Nos alegra que se reconozca que la postura de Ganemos, después de un proceso participativo, resulta ser justa y buena para la ciudad».