Ni un reproche, ni una ironía, ni una palabra más alta que la otra. Los grupos políticos municipales mostraron ayer casi al unísono su satisfacción por el cambio de nomenclatura anunciado por el Cabildo, que devolverá su nombre a la Mezquita--Catedral. Según la alcaldesa, Isabel Ambrosio, la decisión es "afortunada, positiva y devuelve el sentido a algo que no tenía que haber desaparecido nunca", ya que "nadie había entendido cómo podía desaparecer el nombre de una parte del monumento que consolida una historia y una identidad". Ambrosio agradeció las gestiones de la Consejería de Cultura "para provocar esta situación" y, respecto a la petición de los exalcaldes de IU, dijo que "haremos todos los esfuerzos necesarios para devolver la titularidad pública a la Mezquita desde el respeto al culto católico que se realiza dentro" y ofreciendo los recursos municipales "para compartir la gestión cultural y turística". Finalmente, apostilló que es un tema lo bastante importante "como para evitar titulares que resten agilidad a un postura mayoritaria en la ciudad".

En la misma línea conciliadora, Salvador Fuentes, viceportavoz del PP en el Ayuntamiento, dijo que el cambio "es una muestra de inteligencia de la Iglesia" y demuestra "una vez más el espíritu de colaboración del Cabildo en un tema tan importante para Córdoba" para concluir que "hay que aprender de la prudencia de la Iglesia y no alimentar polémicas estériles".

Abundando en los elogios, el primer teniente alcalde (IU), Pedro García, aseguró que se trata de "una muy buena noticia para la ciudad" y que supone "una posición muy inteligente del Cabildo porque, desde el punto de vista histórico y artístico, el nombre de Mezquita-Catedral es el más adecuado y lo era desde el punto de vista institucional".

El portavoz de Unión Cordobesa (UCOR), Rafael Serrano, valoró positivamente el cambio de nomenclatura, "ya que los cordobeses no entenderían una Mezquita sin Catedral ni una Catedral sin Mezquita" y apostilló que "nunca debió de dejar de usarse, ya que es ejemplo de la extensa y magnífica historia de la ciudad". Partidario de la gestión compartida del monumento, dijo echar de menos la participación del Ayuntamiento en las negociaciones con el Cabildo: "No podemos dejar pasar esta oportunidad para constituir un grupo de trabajo a tres bandas para la puesta en valor del monumento más visitado de Córdoba", dijo, y reclamó a Ambrosio que propicie una reunión urgente con Rosa Aguilar y el Cabildo donde abordar "la participación del Ayuntamiento en las decisiones que afecten a la Mezquita--Catedral".

El grupo municipal Ganemos Córdoba recalcó que la decisión del Cabildo "es un éxito de la ciudadanía y de la presión popular" y reconoció "el trabajo de la Plataforma Mezquita Catedral y los colectivos sociales que llevan años luchando por esta rectificación". Tras celebrar el cambio, criticaron que las administraciones "no hayan movido ficha en el asunto más importante, la titularidad del edificio" y reclamaron acciones políticas "para reclamar una gestión transparente y un estatuto jurídico propio como el de otros conjuntos monumentales".