LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO CORDOBA, 26 DE MAYO DE 1936

TRAYECTORIA CATEDRATICO DE HISTOLOGIA Y ANATOMIA PATOLOGICA POR LAS UNIVERSIDADES DE LEON Y CORDOBA, DIPLOMADO EN MAGISTERIO Y LICENCIADO EN MEDICINA. FUE VICERRECTOR DESDE 1976 A 1980, DECANO DE VETERINARIA DESDE 1980 A 1990 Y RECTOR DESDE 1990 A 1998

Amador Jover Moyano es un universitario eterno. A sus 74 años desborda ilusión por aprender, como cualquier alumno entusiasmado por comenzar la carrera de sus anhelos. ¡Quién diría que de niño se le atascaban en ocasiones las matemáticas, a pesar de que la ciencia ya bullía por sus venas! Además de estudiar Veterinaria, hizo Magisterio y Medicina. Aunque nunca ha llegado a tener el título de maestro, pues para que se lo dieran debía hacer un curso de instructor que organizaba el Frente Juventudes y "no iba mucho con mi persona", señala. Sus días son intensos, porque no duerme más de 5 horas. En la actualidad lleva a diario al trabajo a su mujer Lucila y al colegio a sus hijos Amador y Enrique, de 11 y 10 años. Después de comer recoge a los niños de la escuela y los lleva a actividades extraescolares. Aprovecha su gran sabiduría para ayudarles con las tareas, pero además saca tiempo para ir cada día a Rabanales, una de sus "casas". Aplica a su vez su minuciosidad de veterinario en su jardín, donde no faltan los rosales, su flor favorita. Por la noche lee hasta las tantas y tiene la compañía de un pastor alemán. Jubilado forzosamente, está ansioso por volver a las aulas, por recuperar aquella labor docente que interrumpió para convertirse en el quinto rector de la UCO y dotar a Córdoba de una de las mejores universidades del país, referente en estudios, en modelo organizativo y en infraestructuras. Su paternidad tardía, con más de 60 años, no fue la de un abuelo joven, sino la de un progenitor descubriendo una faceta desconocida hasta entonces para él, el amor a una mujer y a unos hijos, ya que en su vida anterior solo hubo trabajo. Se casó el 30 de mayo de 1998 en Celaya (México), la patria de su esposa, y el 6 de junio dejó su cargo de rector. Jover nació en los albores de la Guerra Civil, en la feria de mayo, en Santa María de Gracia.

--El nombre de Amador no parece muy cordobés.

--El nombre pervive en mi familia desde 1800 y también se llama así mi hijo mayor.

--¿A qué se dedicaban sus padres?

--Mi madre, Carmen, era ama de casa y mi padre, Amador, era administrativo de la entonces Compañía Sevillana de Electricidad (ahora Endesa). Mi familia materna tenía una taberna en Santa María de Gracia y gozaban de buena posición. Mi abuelo materno era militar. La rama de mi padre procede de Cataluña, que en 1800 viene a Córdoba a abrir la banca Jover, que era más bien una casa de préstamos. Hay una tesis en ETEA que habla de ello y también el fallecido Ernest Lluch publicó un artículo en La Vanguardia citándome a mí como descendiente directo de los Jover que vinieron desde Cataluña a Andalucía.

--¿Cómo recuerda su niñez?

--Como era el pequeño, en mi familia se preocupaban que no me faltasen los alimentos. Recuerdo la dureza de los años del racionamiento. Aquella época fue para no vivirla dos veces. Fueron momentos indeseables y, por opinar, rápidamente lo metían a uno en la cárcel. Por la noche se oían disparos en el cementerio de San Rafael. Mi padre era un hombre muy liberal, de una gran tolerancia. Lo pasó muy mal durante la guerra. La situación era difícil, igual que para mis abuelos. Procuraban tenernos a nosotros al margen. Lo que sí vivimos fue la falta de recursos posterior a la guerra.

--Estudió en el Cervantes.

--Empecé en un colegio en San Andrés y luego pasé a Los Maristas (colegio Cervantes) cuando tenía 5 años hasta acabar el Bachiller. Para mí fue una experiencia muy positiva. Durante el colegio fui un alumno normal. Me eduqué con la familia y en el contexto marista, procurando hacerme respetable.

--Recibió la insignia de oro del Colegio Cervantes en 1972. ¿Tiene aún amigos de la época del colegio?

--Conservo un grupo de amigos de los maristas y nos solemos reunir. Estaba el jesuita Rafael Porras y he tenido amistades de todos los niveles sociales y eso me ha enriquecido mucho.