Destacados personajes ilustres de la ciudad, desde políticos a escritores, historiadores o artistas, aprendieron o dieron clase en las aulas del Colegio de La Asunción, de su heredero, el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza y más tarde, en los centros que aún continúan sus legado, los institutos Luis de Góngora y Séneca. Sus expedientes académicos, la huella de aquellos primeros años de enseñanza de destacados cordobeses, permanecen custodiados en el gran archivo documental del instituto Séneca, depositario de los fondos del Colegio de la Asunción.

Así pues, en él se encuentran los expedientes del pintor Julio Romero de Torres, del escritor Antonio Gala o del poeta Pablo García Baena, pero también de Julio Anguita o del fiscal Luis Burón Barba. De sus recuerdos colegiales hablarán en una mesa redonda otros alumnos conocidos en la ciudad como Manuel Piedrahita, excorresponsal de TVE y exdirector de informativos de RNE, que en un reciente artículo contaba cómo recordaba su estancia en la residencia como colegial interno. «Era entonces un edificio recién inaugurado por el ministro Ibáñez Martin, amigo de don Perfecto García Conejero, que era el director. El comedor tenía lujosas lámparas de cristal y la luz producía destellos en las botellas de aceite situadas en las mesas», recuerda.

Ni qué decir de la talla del profesorado, desde Antonio Jaén Morente, que fue director, a Ricardo Molina, Fernando Amor, Luisa Revuelta o Vázquez Aroca.

Hoy, sus institutos herederos, orgullosos de tan rica historia, se reivindican igualmente como punteros en la enseñanza, con un profesorado implicado e innovador, que se ha preparado para ofrecer una educación bilingüe en idiomas en los que son únicos en la provincia: el chino, en el Góngora, y el alemán, en el Séneca. Pero además, como expresaron sus actuales directores, «somos centros abiertos a la sociedad cordobesa», con la organización de variados actos.