«Son segundos de diversión, entre comillas, y causan mucho sufrimiento a medio y largo plazo» explica Azahara Gómez, voluntaria de la asociación El Arca de Noé, sobre el uso de pirotecnia en las fiestas navideñas y los efectos que esta práctica tiene en los niños y los animales domésticos.

Infartos, convulsiones, fobias o taquicardias son algunas consecuencias que los petardos provocan entre los perros cuando llegan estas fechas, según destaca, y tampoco es extraño observarlos tratando de huir del ruido, por lo que en ocasiones se pierden.

También recuerda que los problemas que los petardos generan, asimismo, entre los humanos han llevado a El Arca de Noé, a Autismo Córdoba y al Club de Natación Fidias a impulsar una campaña de concienciación sobre esta situación, y señala que menores con autismo, Síndrome de Down o parálisis cerebral son perjudicados por el miedo que genera este divertimento.

En este sentido, Azahara Gómez recuerda casos que circulan en las redes sociales como el del actor Dani Rovira, que ha hecho público el daño que el lanzamiento de un petardo causó a su perro, e indica que en los canes «ha habido muertes por torsiones de estómago e infartos».