La alcaldesa, Isabel Ambrosio, ha mostrado, desde el principio del mandato y en numerosas ocasiones, su apoyo a la intención de modificar el PGOU para que no se incineren residuos en la ciudad. Fue la primera en proponer a la multinacional un posible traslado de la fábrica fuera del casco y en ofrecerse a buscar financiación y ayudas en la UE. Ha mediado entre los menos proclives a esta iniciativa dentro de su propio grupo municipal y sus socios de gobierno, mucho más convencidos de la necesidad de la innovación.