La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, reiteró ayer que la decisión de suspender la Cabalgata de Reyes del 2016 se debió a razones de seguridad una vez consultados los servicios de Meteorología y escuchar a los técnicos sobre el estado en el que habían quedado los montajes de las carrozas y el efecto que el agua podía ocasionar sobre los sistemas eléctricos de iluminación de las mismas. Más aún, Ambrosio consideró que en toda situación similar de un evento festivo la cuestión de la seguridad "es prioritaria".

La regidora hizo estas manifestaciones para explicar de nuevo las razones que llevaron a la suspensión del desfile el pasado martes, después de que un fuerte chaparrón sorprendiera a gran parte del cortejo poco después de salir de los almacenes municipales en el estadio El Arcángel, donde se construyeron y se guardan las carrozas. Más concreta fue la concejala delegada de Promoción de la Ciudad, Carmen González, que explicó las razones que llevaron a formar el cortejo bajo una débil lluvia, cómo se vieron sorprendidos por el fuerte aguacero y cuáles fueron los pasos para determinar la suspensión del desfile. Por su parte, Alfonso Morales, presidente de la Federación de Peñas (coorganizadora del evento), apoyó a los responsables municipales elogiando la decisión tomada y haciéndola suya.

Ambrosio rechazó así las críticas recibidas por la suspensión, especialmente las del PP, que la misma tarde de la Cabalgata consideró la gestión del incidente como "un despropósito", una falta de "templanza" por no haber esperado y una muestra de la "incapacidad de gestión" en todos los ámbitos del gobierno local. Al respecto, la alcaldesa dijo estar dispuesta a dar todas las explicaciones, "en el Pleno o donde se quiera", pero rechazó las críticas "impropias" del PP, entre otros motivos, por basarse en testimonios de oídas.

Sin embargo, la polémica siguió ayer, incluso con más fuerza, en las redes sociales e internet. Un ejemplo fueron las decenas de comentarios de la noticia que ofreció la edición digital de CORDOBA, con internautas que consideraban lógica la suspensión hasta los que criticaron la decisión tomada, pasando por los que creían que se tuvo que esperar a cubierto una hora antes de sacar las carrozas y alguno que, incluso, ven una conspiración del Gobierno local para boicotear su propia Cabalgata.

En todo caso, la fallida Cabalgata 2016 tuvo ayer un epílogo dulce con la masiva asistencia a la recepción real que ofrecieron los Magos en el vestíbulo del edificio de Capitulares, un acto en el que se les regalaron a cientos de pequeños golosinas que el día anterior se quedaron sin repartir en la frustrada Cabalgata.