Más de quinientas personas se reunieron ayer, sobre las 12 de la mañana, en la Huerta de las Caballerizas Reales para participar en la décima marcha hípica Córdoba a caballo, organizada por la asociación Córdoba Ecuestre. Entre este medio millar de jinetes, amazonas, cocheros y acompañantes en los coches de caballos, parece que se tomó conciencia de la singularidad de esta marcha ecuestre cuando aparecieron los piostros de Pedroche, con las llamativas mantas sobre las mulas o las engalanadas jamugas sobre las que iban sentadas las mujeres. Fue en este momento cuando un jinete pronunció en voz alta: «¡Ahora sí es el 28 de febrero! ¡Ya están aquí los piostros!», dándoles la bievenida a estos jinetes del Valle de Los Pedroches, que otorgan singularidad y colorido a esta marcha.

Y, precisamente, a partir de anunciarse la presencia de los piostros, comenzó a organizarse en la Huerta de Caballerizas la comitiva, con la presencia de los coches participantes en la marcha en la pista de competición instalada en esta zona, que rodearon el estrado sobre el que se homenajeó por parte de la organización de la marcha hípica, Córdoba Ecuestre, al cochero Javier Vilches Quesada. Vilches, empresario malagueño afincado desde hace numerosos años en Córdoba, fue reconocido por su importante implicación en la fundación de la gran mayoría de clubes de enganches de España, destacando el Real Club de Enganches de Andalucía, o los de Málaga, Cartagena y los dos de Cordoba, entre otros; a todo ello Javier Vilches sumó otros méritos, entre los que destacan éxitos deportivos, la difusión de la disciplina del enganche y su labor de difusión, que fueron expuestos por el presidente del Club Hípico de Córdoba y vicepresidente de Córdoba Ecuestre, Juan Antonio Merlos.

La marcha, convertida desde hace varias ediciones en el evento más importante de los que se desarrollan en Córdoba para celebrar el Día de Andalucía, reunió en esta edición más uniformidad, en cuanto a vestimenta y atalajes, y mayor diversidad respecto a participantes, destacando ocho mujeres montando a la amazona, en sillas de corneta, principalmente de corto, aunque también la cabalgata contó con la presencia de una amazona ataviada a la forma centroeuropea.

En esta ocasión han sido 270 caballos los que han participado en un largo y atractivo recorrido, contribuyendo al esplendor de la comitiva ecuestre las 34 limoneras y una cantidad similar de troncos, además de un coche enganchando en potencia y otro en tresillo.

Toda una manifestación cultural ecuestre andaluza realizada en Córdoba y que ilustra las palabras del presidente de Córdoba Ecuestre, Rafael Blanco, durante el acto de inauguración de la marcha, mostrando la importancia del mundo ecuestre en Córdoba y provincia y la labor que esta entidad, según Blanco, está realizando en la promoción del mundo del caballo, en un lugar, Caballerizas, que reivindican para este fin.

A esta muestra cultural se sumó el novedoso recorrido, que en esta ocasión llenó plazas y calles céntricas de caballos y enganches por primera vez, como la Puerta del Rincón, las calles Alfaros y Alfonso XIII, la plaza de las Tendillas y la calle Claudio Macelo, que congregó a paseantes y visitantes en los dos extremos de la calle Capitulares impresionados por la llamativa y colorista cabalgata, haciendo activar las cámaras de los teléfonos móviles ante este hecho singular.

El extenso recorrido sobrepasó las dos horas, regresando a la Huerta de Caballerizas, donde jinetes y cocheros participaron en un almuerzo ofrecido por Córdoba Ecuestre.

Paralelamente a esta marcha de la capital, se celebraron otras en algunos pueblos de Córdoba, entre ellos Montoro y Montilla, lo que no impidió que a los clubes, asociaciones y picaderos de Córdoba se unieran jinetes y cocheros de otras poblaciones de la provincia, e incluso una pareja de jinetes italianos, que desde primeras horas de la mañana montaban ansiosos en Caballeriza Reales.

Parece que en Córdoba sí es 28 de febrero si hay marcha ecuestre Córdoba a caballo.