La Fundación Agrópolis, impulsada por el gobierno municipal, tiene previsto promover en Córdoba la creación de un parque empresarial de certificación Halal para que las empresas cordobesas del sector agroalimentario puedan exportar sus productos al mercado musulmán. La certificación de garantía Halal es la herramienta que ha puesto en marcha el Instituto Halal para garantizar que los productos y servicios dirigidos a los musulmanes cumplen con los requisitos exigidos por la ley islámica y por lo tanto son aptos para su consumo, tanto en el ámbito de España, la Unión Europea y los países de mayoría musulmana.

Este fue uno de los acuerdos que ayer adoptó el patronato de esta fundación, que, bajo la presidencia del alcalde, José Antonio Nieto, se reunió en el Ayuntamiento. Está integrada, además del Ayuntamiento, por la Diputación, el Ministerio de Agricultura, la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, la Universidad de Córdoba, la Universidad Loyola Andalucía, la Fundación Cajasur, la Fundación Caja Rural de Córdoba, Mercacórdoba, Covap, Deoleo, Faeca, Oleícola El Tejar, Fepamic, Eurosemillas, Hojiblanca y Surgenia.

Con el nombre de Córdoba Halal , Agrópolis tiene previsto presentar en Bruselas al comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, esta iniciativa el próximo otoño, así como los planes de trabajo que tienen previsto desarrollar los equipos de trabajo que van a diseñar a partir de ahora la estrategia que va seguir esta fundación.

Nieto recordó que el 25% de la población mundial es de religión musulmana y sus países exigen esta certificación en los productos alimenticios, de modo que las empresas cordobesas necesitan esa garantía para poder exportar sus productos a países de mayoría musulmana. Este es el motivo que impulsa, según el alcalde, "la puesta en marcha de un sistema de calificación, vinculado a Agrópolis". Para ello, se realizará un plan de viabilidad para poner en marcha ese parque empresarial de certificación Halal.

Por otra parte, los patronos de Agrópolis aprobaron también desarrollar lo que se ha denominado "huertos ecosociales", para que familias cordobesas con problemas económicos cultiven sus propios alimentos y procuren su autoabastecimiento, y que los excedentes se comercialicen a través de cooperativas.