El campo se mantiene como principal actividad económica de Córdoba por el número de contratos que se realizan a los trabajadores. De este modo, las cifras del Servicio Andaluz de Empleo, difundidas a través del Observatorio Argos, indican que el 2017 finalizó con 266.165 vinculaciones laborales en este sector y estas representan el 48% del total de las efectuadas en la provincia.

El resultado ha sido posible gracias a la actividad de campañas y áreas como la aceituna, donde el pasado noviembre se previó que se generarían cinco millones y medio de jornales; la naranja, con alrededor de 450.000; el ajo, que crea en torno a 400.000, y la ganadería, que cuenta también con un peso muy destacado.

En los últimos doce meses, el empleo ha crecido un 11% en la agricultura respecto al mismo periodo del 2016, cuando se suscribieron 239.468 contratos, el 47,5% de los registrados en la provincia. Sin embargo, uno de los aspectos negativos de los puestos de trabajo que se impulsaron en el 2017 es que solo el 0,2% (450 en cifras absolutas) fueron indefinidos y la gran mayoría tuvieron una duración temporal, en línea con la estacionalidad de este sector.

En cuanto a la evolución experimentada en otros ámbitos, servicios realizó 211.227 contratos, el 38% del total, por lo que se trata de la segunda actividad económica con más peso en el mercado laboral cordobés. A bastante distancia se encuentran la construcción, donde el año pasado se firmaron 44.260 incorporaciones de trabajadores, el 8% del total, y la industria, que contabilizó 31.406 nuevos empleos y aportó un 6%.

En línea con las reivindicaciones realizadas desde la patronal y los sindicatos, que solicitan más apoyo para el sector, la estadística pone de manifiesto que es la industria la que genera más empleo estable en Córdoba. En este sentido, de los 553.058 contratos contabilizados el año pasado, solo el 2,6% fueron indefinidos debido a la incidencia de las distintas actividades. Como se ha citado, en la agricultura fueron de este tipo el 0,2% de los suscritos, mientras que en la construcción pasaron a ser permanentes un 2% de los profesionales contratados; en servicios lograron esta estabilidad el 5% y en la industria el porcentaje se eleva al 8%.