El sindicato de funcionarios penitenciarios Acaip-USO ha denunciado en una nota de prensa que este martes por la mañana un recluso, que responde a las iniciales B.D.A., de 29 años de edad, comenzó a golpear a un funcionario que le interpeló a que limpiara su celda en el centro penitenciario de Córdoba.

En concreto, el funcionario recibió puñetazos y patadas en un ojo izquierda, la nuca y el cuello. Un compañero también fue agredido en la nuca y el cuello, quedando ambos en el suelo.

Una vez el preso, de nacionalidad rumana, fue trasladado al módulo de aislamiento, varios internos comenzaron a vociferar para intentar levantar a la población reclusa, lo que se evitó gracias a la "eficaz intervención de los funcionarios y al Jefe de Servicios, que pudieron resolver los hechos sin tener mayores consecuencias, siendo trasladados al módulo de aislamiento por este motivo cuatro internos".

Los funcionarios agredidos fueron inmediatamente atendidos en la enfermería de la cárcel y derivados al Centro Hospitalario San Juan de Dios para evaluar el alcance de las lesiones sufridas.

El sindicato Acaip-USO reitera que "en repetidas ocasiones hemos denunciado la grave situación que se vive en el centro penitenciario de Córdoba, con una falta alarmante de personal y un excesivo número de internos (muchos de ellos con patologías psiquiátricas), siendo de los centros que registran mayor número de población reclusa en España".

Esta entidad asegura que en la cárcel de Córdoba se registra "un elevado número de incidentes regimentales graves, sin que esas protestas hayan tenido desgraciadamente respuesta por la dirección de este centro".

Por todo ello, Acaip-USO "se encuentra inmerso en un proceso de movilizaciones para denunciar la caótica situación y el riesgo real de colapso que sufre la Institución Penitenciaria debido a la política ejercida por los responsables de la Secretaría General, que en ningún momento han dado respuesta y mucho menos soluciones a los gravísimos problemas que afectan a nuestro sector, tales como la falta de personal, de medios adecuados y suficientes, el no reconocimiento de agentes de autoridad en nuestro trabajo, y la falta de un protocolo de agresiones efectivo, siendo el actual a nuestro entender totalmente insuficiente".