El ministerio público ha solicitado ocho años de prisión por intento de homicidio para los tres supuestos neonazis acusados de apuñalar a un hombre de 40 años en la calle Alfaros al que atacaron, según el fiscal, al grito de "traidores a España, perroflautas, os vamos a matar". Además, para dos de ellos pide otros tres años y medio por un delito de integración en grupo criminal. La acusación particular, por su parte, eleva a nueve años la petición de pena por el homicidio intentado y atribuye a los tres el de integración en grupo criminal. Tanto el fiscal como la acusación particular contemplan en el primero de los delitos la agravante de haber sido cometido por racismo o por la ideología de la víctima.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, dos de los acusados comparten "afinidades ideológicas de extrema derecha" y, frecuentando la compañía de terceros de idéntico sesgo ideológico, "han venido concertándose para realizar acciones contra personas y bienes" en Córdoba. Así, entre estas, señala numerosas pintadas "con la cruz celta" y con "expresiones contra la comunidad inmigrante", en las que se podía leer, por ejemplo, "los españoles primero, stop a la inmigración" o "en Melilla más cuchillas". Además, el fiscal reseña hasta tres agresiones contra personas de grupos antifascistas o que colaboran en la ayuda a refugiados, y relata que uno de los inculpados ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por la Policía al intervenirle armas blancas y objetos peligrosos, como un bate de beisbol, cadenas de hierro, un cuchillo de cocina o una defensa metálica extensible. La acusación particular, de su lado, sostiene que los tres acusados "conforman un grupo de extrema derecha e ideología racista".

APUÑALAMIENTO En estas circunstancias, según prosigue el escrito del fiscal, la madrugada del 28 de marzo del 2014 los tres procesados se encontraban en un local de la calle Alfonso XIII frecuentado por personas de extrema derecha e ideología neonazi cuando pasaron por la calle dos hombres. A uno de estos lo reconocieron como colaborador de una agencia de ayuda al refugiado y, de inmediato, comenzaron a gritarles "traidores a España, perroflautas, os vamos a matar". Los increpados se dirigieron apresuradamente a la calle Alfaros, hasta donde fueron seguidos por los tres acusados. Allí, sobre las 4.10 horas de la madrugada, "de común acuerdo para atentar contra sus vidas", les cortaron el paso y uno de los procesados, utilizando una navaja de unos nueve centímetros, le asestó a uno de ellos una puñalada en el costado, abandonando inmediatamente el lugar. Tras acudir la Policía, los agentes encontraron el arma utilizada bajo un contenedor de basura en la calle Carbonell y Morand.