El acusado de ofrecer pistas falsas a los padres sobre el paradero de Francisco Molina, el joven desaparecido en Córdoba en julio del 2015, ha pedido disculpas esta mañana y ha reconocido los hechos. El procesado realizó, según han explicado los padres, les llamó hasta tres veces en horas "intempestivas" para citarlos a ellos solos "con la condición de que no hablaran con la Policía ni con nadie" para hablarles de cómo había conocido a su hijo. Llegó a decirles que había viajado con él de Albacete a Peñíscola y que le había enseñado a pintar, siempre llamando desde un número desconocido.

Les dijo que el menor permaneció en Peñíscola un día y que "se encontraba bien, que pedía en la calle y que últimamente estaba con una chica con la que tenía pensado trasladarse de localidad". A sabiendas de que estaba creando falsas expectativas, según reconoce el escrito del Fiscal, generó un grave perjuicio, ya que según el padre de Francisco Molina, "cambió las líneas de investigación y obligó a un gran despliegue de medios policiales".

Una vez reconocidos los hechos, el juez ha impuesto una pena de 6 meses de cárcel y 700 euros para el acusado, que al parecer ya tenía antecedentes penales. Los padres sospechan que las llamadas tenían el objetivo de obtener dinero de ellos, aunque nunca llegaron a encontrarse con él. Durante el juicio, la madre del menor no ha podido evitar reaccionar ante el acusado. "Si tú tienes hijos, te deseo que te pase a ti lo que has hecho", le ha espetado. Más tarde, ha lamentado ante los medios "que haya gente capaz de jugar con la desesperación de unos padres".

Los padres del desaparecido han informado de que, al parecer, la Policía sigue buscando a su hijo y que estaría trabajando en una nueva línea de investigación sobre la que no se les han facilitado detalles.