Empresa y trabajadores cerraron ayer un acuerdo que implica el despido de 22 empleados de Sanyres-Orpea, después de que la multinacional francesa decidiera cerrar sus servicios centrales en Córdoba. Solo uno de los trabajadores se trasladará a Madrid, mientras que el resto acordó aceptar las condiciones de la firma de residencias de la tercera edad para abandonar la empresa. Según han explicado fuentes de la negociación, en el acuerdo los trabajadores que dejarán Sanyres-Orpea han conseguido incrementar la partida económica que recibirán, que pasará de 500.000 euros a 1,1 millones entre los 22 afectados. La marcha de los trabajadores se producirá de manera progresiva, siendo el tope para el último empleado el 16 de junio. El próximo miércoles abandonarán Sanyres los primeros seis. Los servicios que venía prestando la plantilla en Córdoba serán desarrollados ahora desde Madrid.