Para frenar una leucemia mieloblástica aguda que le diagnosticaron, Carmen Delia Mendoza recibió un trasplante de médula ósea, gracias a un donante anónimo existente en el registro mundial y que procedía de Alemania. La mayoría de los trasplantes de médula que se hacen en Córdoba de donantes no emparentados con el receptor proceden de Alemania y Estados Unidos. Carmen Delia, que trabajaba como limpiadora en Pozoblanco, se encontraba muy cansada desde hacía tiempo y los médicos pensaron que tenía artritis y que un fármaco para esta enfermedad le podía haber bloqueado la médula. Pero en julio del 2016 se confirmó que sufría esta leucemia. «Las dos primeras sesiones de quimioterapia no me fueron nada bien. En agosto se encontró un donante y en octubre del 2016 recibí el trasplante. Sin embargo, durante el año posterior al injerto he estado ingresada de forma intermitente y tuve que volver a la habitación de aislamiento en el Reina Sofía, donde el trato del personal es muy bueno, pero es muy duro de sobrellevar porque no puedes tener contacto con nadie», cuenta. «Ya parece que voy remontando. Animo a que la población se informe acerca de la importancia de ser donante de médula ósea porque a mí me ha ayudado una persona que no me conocía de nada y le estoy muy agradecida», resalta.