El problema cuando terminan la carrera no es encontrar trabajo, sino estudiar entre las ofertas de empleo que le llegan por cual se deciden. Éste es el caso en esta época marcada por el desempleo de los estudiantes y egresados de las titulaciones de la Escuela Politécnica Superior de Córdoba (EPSC), con un 80% de empleabilidad que en el caso de los grados de Ingeniería Eléctrica e Informática llega al 100%, recordaba esta mañana el director de la EPSC, Juan Jesús Luna.

Esta es la situación que convierte la cita organizada esta mañana, en el Aulario Averroes del Campus de Rabanales, entre la Escuela y la Universidad de Córdoba con el mundo empresarial en la actividad de su género de las que organiza la UCO con mayor éxito, un encuentro bienal que tuvo su primera edición en el 2016 y que hoy ha reunido a lo largo de la mañana a 700 estudiantes y a 19 empresas tecnológicas tanto locales, como nacionales y multinacionales. Se trata de empresas que no se limitan a recibir currículums, sino que intentan “seducir” al ingeniero, explicaba el vicerrector de Innovación, Transferencia y Campus de Excelencia, Enrique Quesada. “Me decía el responsable de un estans que hay un cambio en el paradigma, 'antes contratábamos ingenieros, ahora buscamos talentos'”. De hecho, y a tenor de las cifras de la edición anterior, se espera que de los contactos realizados esta mañana más del 10% terminen con la firma de un contrato de empleo, resumía el director de Rabanales 21, Juan Ramón Cuadros.

Para ello, además de los estands de las diferentes empresas la cita ha contado con dependencias para entrevistas en profundidad con candidatos, la presencia por primera vez de asociaciones y colegios profesionales y un espacio-ágora para microcharlas en las que las empresas ‘vendían’ sus éxitos o profundizaban en aspectos técnicos de su trabajo, aportando también un plus formativo y divulgativo a la jornada.

“Yo ya he terminado (Ingeniería Informática). Bueno, me falta que me firmen los papeles. Pero he llegado hace media hora y… bueno, ya ves a lo que me ha dado tiempo”, decía Marta Gutiérrez tras salir ya de una entrevista de trabajo con la firma Everis y haber sido convencida por parte de otra empresa Áyesa, para que contacte más adelante para perfilar la oferta