El Centro de Magisterio Sagrado Corazón celebró ayer los cincuenta años de trabajo en los que ha ofrecido una educación con identidad católica para 5.619 maestros de la ciudad. Este número fue detallado por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en un acto realizado en la Universidad de Córdoba y desarrollado en un ambiente casi íntimo, en buena medida porque los asistentes fueron alumnos, profesores, miembros de su patronato, responsables de la UCO, de la Diócesis y miembros de las órdenes religiosas que integran la Fundación Osio (titular de la escuela), así como algunas autoridades políticas y civiles, que elogiaron este proyecto.

"Id tomando nota" fue la recomendación realizada por el obispo a los estudiantes allí presentes, ya que, según explicó, serán ellos quienes celebren el centenario. Demetrio Fernández acababa de regresar de su viaje a Roma para asistir a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. En su conferencia, definió el centro como "una de las hazañas más destacables" del Obispado y las congregaciones religiosas que integran la fundación. En las butacas del salón de actos, algunas religiosas le escuchaban con atención. El obispo recordó la labor educativa de la Iglesia, también la evolución de la Normal y finalizó regresando a los jóvenes, para instar a la ampliación de la oferta formativa y atender las nuevas demandas.

Una carrera de fondo

El Centro de Magisterio Sagrado Corazón pasó de Priego de Córdoba, donde fue fundado en 1964, a ubicarse en la capital casi una década después. Evolucionó de escuela para religiosos y estudiantes varones, a un proyecto que hoy cuenta con unos 800 alumnos de distinto sexo. Por esto, durante toda la noche se sucedieron los agradecimientos a las personas e instituciones (entre ellas, la UCO) que han hecho posible esta iniciativa. Su director, Nicolás Luis Fernández, confirmó que este aniversario "es una fecha importante para reconocer el trabajo de muchos", y avanzó que "estamos en vista de contar con nuevas titulaciones".

La concejala de Familia del Ayuntamiento de Córdoba y vicepresidenta segunda de la Diputación, María Jesús Botella, destacó que "han sido unos cincuenta años muy fructíferos para Córdoba" y, por su parte, el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, recordó con cariño sus "años felices como alumno". En el acto se encontraban, entre otros, el rector de la UCO, José Manuel Roldán; el director adjunto de la escuela, Jesús Poyato; la vicedirectora, María Amor Martín; el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, José Antonio Martín Caro, y el superior provincial de los Salesianos de Andalucía, Francisco Ruiz. Entre quienes pasaban más desapercibidos, Julio Pino, un estudiante de cuarto curso, concluyó que "este centro ofrece valores que hoy en día le faltan a mucha gente".