42 asociaciones de madres y padres de alumnos (ampas) de la ciudad han presentado esta mañana un escrito solicitando a la Delegación de Educación medidas inmediatas para acondicionar los centros educativos, especialmente para aquellos en donde la labor docente es prácticamente imposible desde que empezó el actual periodo de altas temperaturas.

Según Pablo Rabasco, portavoz de esta iniciativa a la que se ha invitado a sumarse otras entidades (como la propia FAPA Ágora) y que quiere mantener reuniones a tres bandas con la Delegación de Educación y el Ayuntamiento de Córdoba, las medidas que se tomen para atajar esta situación, "que vuelve a demostrar que estamos de nuevo en el culo de Europa" en el sistema educativo, no pueden salir de los propios centros porque agravaría aún más la falta de recursos producida por los recortes.

Más aún, denuncia que muchas ampas han costeado con fondos propios aparatos refrigeradores en numerosos colegios creándose una situación de "alegalidad" por la falta de supervisión de estos elementos, lo que incluso lleva a algunos responsables de centros a no encender los aparatos por el temor a responsabilidades en caso de una incidencia. Ante esta situación, la plataforma, que irá entregando los escritos reivindicativos los próximos días colegio ampa por ampa, reclama que se adapte la ley, se destinen recursos priorizando los casos más graves y "el inventariado de todos los aparatos ya instalados por las diferentes ampas". Capítulo aparte estarían los casos de colegios con una energía contratada tan baja que ni siquiera permitiría usar aparatos de refrigeración en las dependencias.

La plataforma ha iniciado estas acciones a dos días del término de las clases y después de que el lunes una orden interna de la Consejería de Educación hacía frente a la excepcionalidad de la actual ola de calor permitiendo a los padres (dependiendo de su disponibilidad, siempre previa información y autorización y sin interferir en las últimas evaluaciones pendientes) llevarse a sus hijos durante el recreo o incluso no llevarlos a clase. Esta medida también ha sido criticada por la plataforma por su "improvisación" que no ha permitido a los padres adaptar sus circunstancias laborales y familiares a la nueva situación y creándose situaciones de desigualdad.