Unas 40.000 personas en la provincia de Córdoba desconocen que pueden sufrir una enfermedad renal. Son algo menos de la mitad de la población total cordobesa que está o se verá afectada por una insuficiencia renal crónica (el 10% de la población), según informó ayer la delegada de Salud de la Junta en Córdoba, María Ángeles Luna, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial del Riñón, que este año se centra en el cuidado de la salud renal en la mujer.

De los 80.000 cordobeses que sufren una enfermedad renal, en la actualidad unos 500 se encuentran en diálisis y de estos alrededor de 100 están a la espera de un trasplante en estos momentos.

Según el jefe de la Unidad de Gestión Clínica de Nefrología del hospital Reina Sofía de Córdoba, Pedro Aljama, la insuficiencia renal crónica es «una enfermedad silente, traicionera y progresiva», al no provocar sintomatología en la fase inicial, no avisa, y por ello es necesario «chequear la función de nuestros riñones».

Precisamente con la idea de informar sobre la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de esta enfermedad, la asociación de familiares y enfermos renales Alcer de Córdoba instalará mesas informativas en los centros de salud de Córdoba capital, en el hospital Reina Sofía, Cabra y Palma del Río desde las 10.00 hasta las 13.00 horas. En las mesas van a participar personal sanitario, enfermos y miembros de Alcer.

El diagnóstico de la enfermedad renal es «tan fácil, barato y tan poco invasivo» como realizarse un análisis de sangre y orina, a petición del médico de atención primaria, explicó el especialista en Nefrología del Reina Sofía, Rafael Santamaría. Y un consejo, «ante la alerta de una enfermedad renal crónica no hay que asustarse, sino ponerse en manos de expertos», aconsejó el doctor Santamaría.

«La demora es cero» desde que se tiene la sospecha en atención primaria de que un paciente puede tener un problema renal grave a la consulta específica de nefrología del Reina Sofía, que se creó en el 2006, «gracias a la «coordinación entre los médicos de los centros de salud y la consulta del hospital», informó la directora gerente del Reina Sofía, Valle García. Además, los especialistas visitan desde hace siete años las consultas de atención primaria para detectar pacientes con daños renales.

Según el doctor Aljama, la enfermedad renal en la mujer es «especial» y diferente a la del hombre con procesos únicos. Así enfermedades sistémicas como el lupus eritematoso, la artritis reumatoide y la esclerodermía suelen afectar al riñón con mayor frecuencia en la mujer que en el hombre. «El embarazo per se es un riesgo de enfermedad renal», informó el doctor Aljama.

Sin embargo, continuó este nefrólogo, aunque desde el punto de vista asistencial es un «problema serio» que una mujer trasplantada renal esté embarazada existen protocolos para que todo vaya como «un caso normal» con cuidados especiales.

Como medidas preventivas contra la insuficiencia renal crónica, el nefrólogo Santamaría citó llevar una vida con hábitos saludables y sin tóxicos como el tabaco, pero -añadió- es «una enfermedad que en muchos casos no se puede prevenir», aunque sí se puede hacer una detección precoz, especialmente recomendada para los mayores de 55 años y aquellos que tengan antecedentes familiares. En este 2018, el hospital Reina Sofía ha realizado ya 12 trasplantes renales. De momento, la edad para ser candidato a un trasplante se sitúa por encima de los 70 años.

Hoy, desde las 21.00 horas, la fachada de la Diputación y del hotel Córdoba Center serán iluminadas con luz naranja por la celebración del Día del Riñón, apuntó José María Reifs, presidente de Alcer Córdoba.H