La empresa Viviendas Municipales de Córdoba (Vimcorsa) tiene registradas en torno a 4.000 familias que demandan un piso en alquiler y, de estas, 1.200 han sido valoradas por los Servicios Sociales y se encuentran en riesgo de exclusión. Por tanto, esta población (y otros cordobeses, Vimcorsa recuerda que «no están todos los que son») podría beneficiarse de la medida anunciada ayer para la compra de viviendas a particulares y su destino al alquiler social.

Fuentes de Vimcorsa explicaron que el objetivo es que estas personas -que quizá han perdido su inmueble a causa de la crisis o, directamente, no han podido acceder a uno- tengan que abonar una parte de la renta de acuerdo con sus posibilidades y el resto se completará con la ayuda que el Ayuntamiento de Córdoba facilita a estas familias, para lo que este año se ha destinado una partida de 650.000 euros.

Desde esta firma puntualizaron que los alquileres más bajos a los que se están destinando estas subvenciones en la actualidad rondan los 350 o los 400 euros, pero a esta situación se añade que muchas familias tienen problemas para acceder al contrato. Por tanto, si la empresa logra pagar una cuantía inferior en el préstamo hipotecario de la vivienda que haya comprado, podría sacar un mayor partido al importe de estas ayudas, con el añadido de que este gasto servirá para incrementar el parque público de pisos que tiene el Ayuntamiento. Este cuenta con un millar de inmuebles, incluidos los que se emplean para el alquiler y los alojamientos para personas mayores. Vimcorsa recordó que la mayoría de los pisos con alquiler social tienen rentas asequibles, pero aún así es difícil poder acceder a ellos para las familias en riesgo de exclusión, que viven situaciones como la falta de subsidios.