En vísperas de la feria taurina, ha surgido un nuevo valor, alumno de la Escuela Taurina, David Gavilán es su nombre y mañana hará el paseíllo más ilusionante de su vida. Le ha llegado la hora de la verdad. Nunca ha toreado en público ni ha matado un becerro. Se trata, pues, de un reto harto difícil y complicado para este chaval de catorce años.

- Chico ¿tú por qué quieres ser torero?

- Mi abuelo es Manolo Fuentes, (descendiente de Manuel Fuentes Bocanegra, un matador de toros cordobés del siglo XIX), un taurino que ha sido mozo de espadas de muchos toreros cordobeses. Él ha fabricado monteras, ayudas y capotes y siempre ha estado en relación con este mundo. A mí desde muy chiquito me ha llevado a los toros y me ha contado interesantes historias taurinas. Él me apuntó a la escuela y me trae a las clases. Con tres años hice mi primer paseíllo en Los Califas, y desde entonces no he dejado de hacerlo ni un año. He ido delante de las cuadrillas y después al lado de los toreros de la becerrada cuando daban la vuelta al ruedo. Cada año que ha pasado he sentido más fuerte el deseo de ser torero. Y por fin me ha llegado la hora.

-¿Te ves preparado?

-Claro que sí. Si no lo estuviera, la escuela, que es muy seria y lleva todo a rajatabla, no me hubiera autorizado.

-Entonces, habrás toreado mucho en el campo...

-No todo lo que yo quisiera, pero bien... Desde que tenía ocho años, que lo hice en la fiesta de mi primera comunión, ya me quedé «pillado» y solo he pensado en torear. Mi abuelo me anima y conoce mi preparación.

-¿Te miras en algún espada como modelo a seguir?

- Mi torero preferido es Roca Rey. Me gusta porque tiene valor y es un torero de raza.

-¿Me estás diciendo que quieres torear como él?

-No. Yo toreo como me dicta el corazón. Quiero hacer un toreo puro y clásico pero pisando un terreno de peligro para que haya emoción...

-Pero este camino es muy largo y espinoso...

- Ya lo sé, pero tengo tiempo por delante y no hay que correr. Lo que tenga que llegar, llegará...

- Y tu madre, ¿qué dice?

- Mi madre me deja que yo quiera ser torero y me apoya, pero también me ha dicho que sea de verdad. Para estar dando tumbos mejor es dejarlo...

-¿Tienes ya pensado a quién le vas a brindar el primer becerro?

-Por supuesto, pero no lo voy a decir porque quiero que se lleve una sorpresa.

-No me has dicho cuál será tu nombre en los carteles...

-Me anunciaré Fuentes Bocanegra, como homenaje a mi antepasado.