Este recinto se ha instalado en el número 11 de la calle Alcázar y su responsable, David Arce, lo describe como «una caseta tradicional, con sevillanas, rumbas y entrada libre». Impulsado por la Asociación cultural tertulia cofrade La Trabajadera, junto a la barra tiene un rincón con fotografías que retratan la actividad de costaleros y capataces. En opinión del responsable, su secreto ha sido combinar la posibilidad de comer (la cocina ha permanecido abierta hasta la 1.30 horas) y de estar de fiesta, y ha acogido a todos los públicos. Con precios «muy populares», la mayoría de días han registrado un lleno a la hora del almuerzo. En esta caseta contaban, además, con un espacio algo más tranquilo denominado El Patio de El Cali, un cantaor de sevillanas clásicas que, según explicó David Arce, «es un referente», por lo que llevan su silueta bordada en la ropa.