Sí señor, lo que se dice toda una fiesta por derecho. Y no porque ayer fueran las tradicionales recepciones de Jóvenes Abogados en su caseta o la de la Facultad de Derecho y Económicas de la UCO en Albero. Es que la fiesta este año parece que va más legal, valga también el término. Hay una cierta mayor alegría a la hora de sacar la cartera respecto a ediciones anteriores y parece que mucha más gente tanto en los días fuertes (como el pasado fin de semana) como en las jornadas a priori más flojas. Ya no se ven tantas fiambreras más o menos disimuladas, especialmente en la Caseta Municipal, que en los años de lo peor de la crisis habían reaparecido con triste fuerza.

De hecho, hasta el mismo lunes (que siempre es el día más flojo del ciclo) hubo más de alguna caseta a rebosar. Eso sí, eran las que han encontrado fórmulas mágicas como mantener siempre bajos los precios, hacer una clientela que ahora es fiel y mantiene siempre llena la caseta y no solo presentarse en El Arenal para pegar un pelotazo, que fue la fórmula que escogió en su día, por ejemplo La Trabajadera. U otra fórmula: mimar a un público al que se le estaba echando de la Feria, los de 40 y 50 años, a base de música discoteca, cuando son los que más pueden gastar en la feria. Es lo que hace la caseta Gazpacho con sus actuaciones de Planeta 80 y de Versión 2.0. En todo caso, todas estas fórmulas de éxito tienen un denominador común en la Feria: trabajar mucho y por derecho.

También fue ayer un día donde hubo mucho sitio para la solidaridad y para la integración., uno de esos días en donde no se esperan bullas y colectivos de personas con problemas de accesibilidad aprovechan para disfrutar de la Feria. Por cierto, hay que felicitar a las casetas que no solo cuidan la accesibilidad sino que también la señalan y anuncian. Un caso fue el encuentro que Fepamic celebró en la caseta de la Hermandad del Descendimiento. Otro ejemplo, el de la Agrupación de Hermandades y Cofradías,l que invitó a una comida de hermandad a 35 chavales internos de la Cruz Blanca, en la propia caseta de la Agrupación.

Y más solidaridad: en este caso con la caseta La Castañuela, donde se registró el sábado una intoxicación que afectó a un centenar de personas. Ayer, de nuevo, recibió muchas visitas en apoyo y hasta la directiva de la Asociación de Casetas Tradicionales (ACT), después de entregar sus premios anuales celebraron su asamblea y almorzaron en la caseta.

HOMENAJE A DIEGO / Por cierto, y hablando de premios de la Asociación de Casetas Tradicionales, sin quitarle méritos a la Astillera ni al resto de trabajadores de la Concejalía de Promoción de la Ciudad (Feria y Festejos), hay que felicitar el reconocimiento especial que le hicieron a Diego Ortega, próximo a su jubilación. Como bien dijo su compañero Antonio: «Es una persona de la que no puede haber una mala palabra». Y mira que es difícil bregar con la organización de la Feria y el resto de todas las fiestas de Córdoba (que quizá sea la cosa que los cordobeses más nos tomamos en serio y no pocas veces perdemos los estribos), y aún así, ser querido por todo el mundo. Quizá sea porque lo de vivir la Feria un año antes, cuando se comienza a preparar la de la siguiente edición, imprime carácter.

COMIDAS DE EMPRESA / Pero volviendo a las recepciones y celebraciones de grupos, ayer fue el día de los más variados encuentros, con muchas (muchísimas) comidas de empresa. ¡Qué alegría ver cómo se recupera esta tradición en retroceso con la crisis! ¡Mire usted, hasta me emociona cuando veo uno de esos encuentros de trabajadores y empresarios felices en la Feria! Ando sensible este año.Pero además, hay que citar encuentros como el de la caseta de trabajadores de Cosmos, el de los empresarios de la Asociación de Joyería en La Astillera, (con la presencia de la delegada de empleo de la Diputación, Dolores Amo), o en lo estudianttil, el de los diez consejos de estudiantes de la UCO que entregaron sus premios en Veterinaria.

LOS PEDROCHES, REIVINDICADOS / y por supuesto, el encuentro anual en la Caseta del Valle de Los Pedroches, con su presidente, Juan Emilio García al frente. Al paso que va esta recepción, van a tener que ampliar el escenario porque casi no caben tantas autoridades. Baste decir que la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, abrió el acto con unas cariñosas palabras cómo los llegados de Los Pedroches son también «gente fiel a los valores que tiene la ciudad de Córdoba», haciendo valer sus orígenes y su ciudad de adopción. Incluso hubo lugar para la reivindicación, cuando el alcalde de Hinojosa del Duque, Matías González (localidad a la que se le dedica este año la caseta) reclamó «a quien corresponda» el desdoble de la N-432 y mejores comunicaciones para Los Pedroches.

En resumen: que no fue tan tranquilo el día ayer. Y menos lo será el de hoy, cuando lleguen los jóvenes tras el típico botellón del miércoles. Eso sí, ya no se improvisa el botellón, como antes, tras cortarse las clases. La concentración retrasa cada año y por las redes sociales se estaba quedando para hoy sobre las 6 de la tarde, cuando empiece a pasar un poco el tremendo calor, explicaba ayer la universitaria Elisabeth Morales. «Van aprendiendo. Y con el calor... Son jóvenes, pero no tontos». Ya ven, la Feria enseña mucho también.