«Per fécula feculorum, amen», cantaba el grupo La Trinca afirmando que el hombre no desciende del mono, sino de la patata, y que a ella vuelve en cuanto le es posible. Y la Feria así parece demostrarlo.

«Aquí, los días buenos vendemos de 300 a 400 kilos de patatas». Dicho eso, dicho todo. Así lo afirma Antonio Morales, del puesto Antonio El Buen Sabor, patatas asadas & kebab. Para orientarnos, el puesto al final de la calle del Infierno, frente a la Mansión del Terror, junto al cual se hacen colas y hasta se registran hasta aglomeraciones, sobre todo desde las 21 horas, al reclamo de sus patatas asadas.

Y es que, entre todas las delicatessen gastronómicas de la Feria, se nos olvida que desde hace un par de décadas, y más cuando estalló la crisis, la especialidad de cocina más consumida popularmente en Córdoba no es el flamenquín, el salmorejo o el rabo de toro... es la patata asada y lista para degustar o llevar a casa. De hecho, si nos inventásemos un coeficiente para la Feria, el de la cocina que saca más comida por metro cuadrado, los puestos de patatas se llevarían la palma de largo.

Así que de novedad hay ya muy poco en la bulla ante los puestos de patatas. Incluso puede hablarse de cierta tradición familiar. «Yo soy de Aguilar, de familia dedicada a las ferias, y estoy con las patatas asadas desde hace 23 años», explica Morales con visible orgullo feriante.

‘PATATEO’ ANTE LA PORTADA / Tan reclamado plato de Feria es también el responsable, por ejemplo, de otra escena ya clásica al otro lado de la Feria, frente a la portada: decenas y decenas de comensales sentados en la mediana de la avenida degustando sus respectivas patatas.

Para algunos, se trata de la comida más popular y juvenil en El Arenal, y viene a ser en plan gastronómico lo que el botellón es en cuestión de bebida para la Feria. Aunque, por supuesto, hacer patatón es más gentil con el hígado, amable y reconfortante. Y hasta rumboso. Es el único plato con el que se puede decir alegremente en la Feria: «Invito a todos a comer».

Sin embargo, Morales no está de acuerdo con que sea solo un plato juvenil. «Ya hace mucho que no lo piden solo los chavales. Esto ya es una tradición y se la llevan de todas las edades. También mayores para despedirse de la Feria y comerlas en casa».

Morales, incluso, no se corta al dar a conocer su receta de la patata de 5 euros y 1.200 gramos de comida, con sal, pimienta, tomate, ali-oli, jamón york, surimi, atún, atún-maíz, zanahoria, remolacha, aceituna y queso. Y es que el auténtico secreto es inimitable: moverlas continuamente mientras se hornea la patata a 400 grados... ¡A ver quién otros pueden aguantar ese tormento a pleno sol en El Arenal! Lo dicho: inimitable.