La Cata de Vino Montilla-Moriles estrenó anoche un nuevo formato, más allá de las dos noches temáticas anteriores, en esta ocasión centrada en la gastronomía y en el maridaje de vinos de la denominación de origen con la gastronomía cordobesa, todo ello con ticket a un precio mayor del habitual (14 euros en lugar de 8), que, además, de las consumiciones y del catavino conmemorativo, incluían una ración de un plato en los distintos puestos gastronómicos de esta edición.

Pese a tratarse de una «fórmula arriesgada», dado que el aumento del precio de la entrada podría condicionar la afluencia de público, el secretario del Consejo Regulador, Enrique Garrido, se mostraba muy satisfecho con la venta anticipada por internet y por la afluencia de público en los primeros momentos de la noche. Ambas circunstancias le hacían prever una nueva sesión con entrada masiva, como se está produciendo desde la apertura de la cata, el pasado miércoles, y particularmente de noche.

«PUNTO DE INFLEXIÓN» / La nueva concepción de la sesión de anoche, para un público que degusta el vino con otro espíritu más reposado y lo combina con la buena gastronomía, puede «marcar un punto de inflexión para las próximas catas», explicaba ayer Enrique Garrido.

Al respecto, el responsable de la organización de esta feria monográfica, que cumple su 35 edición siendo desde hace décadas una fiesta popular más del mayo cordobés, recordó que este año se ha intentado más «dar a los distintos públicos lo que buscan», lo que ha justificado la organización de noches temáticas (como la noche universitaria del jueves o la ochentera del viernes), además de los numerosos talleres, o multiplicando las catas dirigidas, cuyas plazas ya estaban prácticamente cubiertas desde el inicio de esta edición.