Hoy emprende el camino la Hermandad del Rocío de Córdoba, a la que acompañarán una veintena de caballos aproximadamente, lo que no será un obstáculo para que el paseo de caballos de la Feria de la Salud de Córdoba mantenga casi el mismo número de jinetes, amazonas y coches de caballos -aunque a los carruajes más le puede afectar la celebración del Campeonato de España de Enganches que comienza mañana viernes en Toledo. Hace dos años se dieron circunstancias parecidas y el Real cordobés no notó apenas la salida de jinetes hacia El Rocío. En Córdoba hay suficientes caballos y jinetes para simultanear la Feria de la Salud y la romería del Rocío. Y esta capacidad es la que está llevando a la celebración cordobesa a ir aumentando, en cada edición, el nivel de calidad de caballos y carruajes y vestimenta de jinetes y cocheros. A ello contribuye el control que se ejerce a la entrada de caballos y coches en el Real de la Feria. Por una parte, el veterinario Fernando Vega es el responsable del estado sanitario y la identificación del caballo. Las ordenanzas exigen que se debe portar la tarjeta sanitaria equina y los caballos el microchip insertado. Para Vega, en los últimos años el 99% de los animales ha pasado el filtro y en esta edición todavía ningún ejemplar no ha sido admitido en el Real.

No se puede decir lo mismo en cuanto a otro de los requisitos que se les exige a jinetes y cocheros: el recibo original o copia autentificada del seguro de responsabilidad civil. Este seguro debe tener una cobertura mínima de trescientos mil euros en el caso de enganches y ciento cincuenta mil para los caballistas. Precisamente el seguro es, en esta edición también, uno de los motivos por los que algunos jinetes y cocheros no pueden entrar en el recinto ferial, normalmente por olvidar llevarlo. En este punto la Policía Local, responsable de comprobar si poseen el seguro, es inflexible, quedándose este año más de un aficionado sin poder acceder a la zona de feria de El Arenal.

Cada año caballos y carruajes cobran más protagonismo en la Feria de la Salud, alegrando el recinto con su singularidad, belleza y colorido, pero cada año los aficionados comprueban que el Ayuntamiento sigue sin prestarle atención a las demandas que plantean, como la falta de sombra, zonas de descanso y la presencia de más puntos de agua para los animales; y en cada edición persiste cierta laxitud con respecto a la indumentaria de caballistas y cocheros, tal como indican las ordenanzas, permitiéndose ciertas prendas que no son las más adecuadas.

Esto también pasa en Sevilla, Jerez y en El Rocío.