El Ayuntamiento tendrá en cuenta la cercanía a los Bienes de Interés Cultural (BIC) en la colocación de las barras de las cruces de mayo. El responsable de Seguridad y Vía Pública, Emilio Aumente, explica que ha solicitado a Urbanismo el listado de BIC para evaluar la instalación de las barras de las cruces y si afectan a estos bienes. Su idea es enviar a Urbanismo las solicitudes de barras que estén a menos de 50 metros de un BIC para su conocimiento y para que se pronuncie sobre su afección antes de la concesión del permiso de vía pública. Aumente avisó tras Semana Santa que los actos que se celebren cerca de un BIC tendrán que estar avalados por Cultura (Junta) y Urbanismo.

Por su parte, la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara ha solicitado información sobre los veladores de las cruces, ya que «no puede ser que los que usan tres o cuatro días por semana la vía pública no tengan control de sus veladores», según lamenta el coordinador de Ciudad Física del colectivo, Juan Andrés de Gracia, que piensa que «no puede ser» que «las reglas que se piden a los establecimientos» fijos no se apliquen «en la ocupación temporal». Al-Zahara ha mostrado su «preocupación» por «la falta de coordinación y coherencia» que detecta en el Ayuntamiento, ya que «mientras que para los veladores se trabaja en eliminar las agresiones al patrimonio y se quitan de la Puerta de Almodóvar, en Vía Pública, por segundo año y en el mismo sitio, se da permiso a la instalación de un quiosco de frutas», lo que crea «descontrol». A su juicio, «se elimina una contaminación visual y se genera otra». Al-Zahara planteará el tema en la próxima mesa de veladores, en la que exigirá que se definan y regulen los negocios que pueden tener mesas y sillas en el caso de cafeterías, heladerías, locales de bocadillos, etcétera.

Por su parte, Aumente indica que no tienen nada que ver los veladores con el quiosco de la Puerta de Almodóvar, que es de temporada, concedido mediante un concurso y que ha de cumplir un decreto que establece que debe ubicarse «frente a la puerta principal de la Cruz Roja», a más de 50 metros del BIC, y no «en el mismo sitio que el año pasado», que es donde está. El concejal asevera que «este año se ha cambiado» la ubicación para alejarlo de la Puerta de Almodóvar, por lo que «no ha respetado el lugar y debe cambiarlo».

El dueño del quiosco, concedido hasta el 24 de septiembre, Javier Ariza, que ya ha sido visitado por la Policía Local, se muestra sorprendido y afirma que está en el sitio «que me han autorizado». Ariza considera que la ubicación que marca el decreto es «muy genérica» y se apoya en la localización del quiosco plasmada en los documentos presentados para obtener el permiso.