Por su parte, Cayetano se mostró feliz por el trofeo logrado en el segundo que le tocó en suerte, un toro con el que estuvo «a gusto, lo he disfrutado, aunque había que cuidarlo, no atacarlo, porque tenía calidad, aunque pedía que se le cuidara». Cayetano creía que «al primero también pude cortarle una oreja».