La Junta ampliará las ayudas a los universitarios para la obtención del nivel B1 o superior en una lengua extranjera, según la nueva orden que regula estos incentivos, que permitirá solicitar una segunda beca para seguir aumentando el nivel (B2, C1 o C2) y también para acreditar otro idioma adicional.

Unos 6.000 universitarios se beneficiarán este año de las becas para el examen que acredita las competencias lingüísticas para los títulos de grado o máster, conocidas como B1, en virtud de la orden aprobada ayer por el Consejo de Gobierno, que en esta convocatoria destinará 2,7 millones de euros para estas ayudas.

El Consejo de Gobierno ha dado luz verde a dicha orden de ayuda -con un importe máximo de 300 euros por alumno-, de la que se han beneficiado hasta la fecha entre 3.000 y 4.000 universitarios, según detaló en la conferencia de prensa posterior el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano. La consejería ha consignado un presupuesto inicial de 2,7 millones de euros para la nueva convocatoria.

La ayuda equivale a la media de los gastos de matrícula y del curso de formación y va dirigida a los estudiantes de las universidades públicas con menor renta familiar o dificultades económicas, con el objetivo de garantizarles la igualdad de acceso a los estudios de idiomas.

Según el consejero, la ampliación que ahora se promueve permitirá profundizar en el plurilingüismo de la formación universitaria, la internacionalización del alumnado y la mejora de sus posibilidades de acceso al mercado laboral.

De esta forma, los estudiantes podrán solicitar las becas para tres fines distintos: obtener, como hasta ahora, el nivel de primer idioma extranjero; incrementar la competencia a niveles superiores de la misma lengua, y estudiar una segunda de nivel B1 o superior siempre que se tenga ya la capacitación requerida. Las subvenciones se conceden una vez superadas las correspondientes pruebas y los alumnos podrán acceder a dos de las tres ayudas.

La Junta de Andalucía fue en 2015 la primera Administración autonómica que implantó un programa de becas a universitarios para la acreditación de competencias en lenguas extranjeras, un requisito exigido para los títulos de grado y que fundamentalmente se centra en el nivel B1.

CONVOCATORIAS / La convocatoria de 2016 ya amplió el número de beneficiarios al incluir a todos aquellos que durante algún curso a lo largo de sus estudios universitarios, y no solo durante el anterior a la solicitud, hubieran obtenido una beca del Ministerio de Educación, una situación en la que se encuentran actualmente unos 60.000 alumnos andaluces de enseñanzas superiores.

En la convocatoria del pasado año se simplificó el procedimiento al permitir la tramitación directa en el centro donde se cursa el Grado, recordó el consejero.

Así, dicho procedimiento se integró en las actividades ordinarias de carácter académico de las universidades y se estableció que la Consejería de Economía y Conocimiento, previo informe del Consejo Andaluz de Universidades, determinaría cada curso el importe total de las ayudas en función del número de solicitantes. Con ello se trata de agilizar el proceso y de reducir trámites burocráticos, ya que son las instituciones académicas las que han de contrastar las acreditaciones lingüísticas como requisito para expedir los títulos.