El Tribunal de Cuentas ha ratificado que el tranvía de Jaén, parado desde 2011, cuando se realizaron las pruebas, y que nunca ha llegado a funcionar, fue una inversión sin estudio de viabilidad previo, según indicó ayer el Ayuntamiento de Jaén.

El alcalde en funciones, Miguel Contreras, ha explicado que a finales de julio recibieron en el Ayuntamiento el anteproyecto del informe de fiscalización, que daba de plazo hasta el 12 de septiembre para presentar alegaciones.

Este informe, en su punto número 20, según Contreras, recoge el coste neto total del tranvía hasta el 31 de diciembre de 2014, que asciende a más de 128 millones de euros. Financiación que correspondió en un 85% a la Junta de Andalucía (109 millones), concretamente a la consejería competente a transporte; un 9% (11 millones) a la agencia de Obras Públicas de la Junta, y un 6% (casi 8 millones) al Ayuntamiento de Jaén.

Contreras ha especificado que este informe también refleja que la alcaldesa en esa época, Carmen Peñalver, firmó convenios y protocolos con la intención de implantar el tranvía sin adoptarse acuerdos en el Pleno Municipal.

«Se firmaron convenios, se adquirieron compromisos previos al estudio de viabilidad» ya que el 30 de octubre de 2007 la Consejería de Obras Públicas encargó el proyecto de ejecución y es con posterioridad, cuando se pide el estudio de viabilidad, «en consecuencia, la implantación del tranvía careció de la preparación necesaria anterior a las obras».

Sin embargo, los compromisos que se estaban adquiriendo requerían no solo la firma de la alcaldesa, también la aprobación del Pleno porque el tranvía iba a tener un fuerte impacto en la ciudad, cuando «nunca el Pleno adoptó un acuerdo, esto fue un capricho socialista», ha asegurado Contreras.