El diputado de IULV-CA Juan Manuel Sánchez Gordillo ha cambiado finalmente de idea y en lugar de dejar la Alcaldía de Marinaleda, como anunció hace unos días, renunciará al Parlamento andaluz para seguir como primer edil de la localidad sevillana, a tenor de la sentencia del Tribunal Constitucional que declara incompatible el puesto de parlamentario con el de alcalde. La decisión la tomó minutos antes de suspender el pleno que había previsto. Ahora el alcalde de Marinaleda desde hace 35 años deberá presentar su escrito de renuncia al escaño y si no lo hace será la propia Cámara la que le declare incompatible.

La Candidatura de Unidad de los Trabajadores (CUT), liderada por Sánchez Gordillo, informó ayer de que los concejales del equipo de gobierno de Marinaleda se negaron a asumir el relevo en la Alcaldía de la localidad y que ese fue el motivo que provocó el cambio de idea del regidor. Al parecer, antes del pleno, "todos los concejales le transmitieron a Sánchez Gordillo su negativa a aceptar su renuncia".

Las reacciones a la decisión del parlamentario andaluz no se hicieron esperar dentro y fuera de su partido. Así., el coordinador general de IU Andalucía, Antonio Maíllo, admitió ayer que "no deja de sorprender" la decisión, pero recordó que es "genio y figura". Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, considera "normal" el cambio de idea y añadió que, al final, la "simbiosis" con el municipio sevillano "ha podido más", ya que se trata de "su ciudad, con la que ha crecido y se ha engrandecido como alcalde". Sin embargo, para el secretario general del PSOE de Marinaleda, Mariano Pradas, "la marcha atrás" de Juan Manuel Sánchez Gordillo "es solo la consecuencia del baile del SAT, Izquierda Unida y Podemos", y lamenta que "solo se preocupen de ellos mismos mientras se olvidan de los problemas de los ciudadanos".

La decisión del TC ha afectado a siete alcaldes-diputados, seis del PP-A y uno de IULV-CA. Salvo Esperanza Oña, el resto ha renunciado al acta de diputado para continuar al frente de sus respectivos ayuntamientos.