Los dos directivos de ADIF que fueron encarcelados por la juez Mercedes Alaya en el marco de la operación Enredadera, donde investiga el presunto cobro de comisiones en la adjudicación de contratos públicos, han salido en libertad después de pagar una fianza total entre ambos de 340.000 euros. Antonio Rodríguez Jurado, exgerente de ADIF en Sevilla a quien la juez atribuye haber cobrado 428.000 euros en mordidas, abandonó la prisión tras pagar la fianza de 90.000 euros que le impuso la magistrada para poder eludir la prisión provisional. De su lado, Enrique José Finch Ramos, directivo de ADIF en Córdoba, a quien la juez acusa de haber cobrado en comisiones 1.004.624 euros entre los años 2003 y 2012, también ha salido de prisión tras pagar la fianza de 250.000 euros impuesta por Alaya. La juez considera que las "dádivas" constituían "práctica habitual de la empresa" Fitonovo, "realizándose las mismas de forma periódica o mensual".