Los cerca de 30 metros de pared vertical de roca y hielo, repartidos en dos tramos con un pequeño descanso en medio, a modo de repisa, constituyen la parte más técnica de la ruta por la que subiremos al Everest esta primavera. Pero lo realmente extraordinario radica en que esta zona está por encima de los 8.600 metros de altitud. Se trata del segundo escalón de "la norte". El primero está a 8.500 metros y el último a 8.700. Solo pensar que el campo base está a 6.500 metros (nos instalaremos allí a primeros mayo) o que para acceder al campo 1 hay que superar una pared de hielo de 500 metros, da idea de la envergadura del reto al que nos enfrentamos.

No es la ruta más "accesible", pero ahí tuvo lugar el primer intento de la historia, el de Mallory e Irving, hoy leyendas. Ese escenario es la majestuosa Cara Norte, con el corredor Norton (jefe de expedición de Mallory) y sus tres mil metros de caída vertical asomándose a la meseta tibetana. Una maravilla de la naturaleza y, para nosotros, un comprometido y hermoso privilegio.